viernes, noviembre 22, 2024
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Las incógnitas y los morbos de cara a los test de Montmeló

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Con todos los monoplazas presentados, a excepción de Force India (este domingo) y Toro Rosso (el lunes), es momento de que la temporada abra el telón. Aún resta un mes para que arranque el Mundial, con el Gran Premio de Australia, pero los test de Montmeló dan el pistoletazo de salida esta misma semana. El momento propicio para que las diferentes escuderías ajusten los reglajes y comprueben la fiabilidad. Los tiempos no siempre resultan determinantes, pero ofrecen una pequeña muestra de lo que puede ser el arranque de temporada. Algunas incógnitas empezarán a disiparse en Barcelona.

La mayor expectación recae, nuevamente, sobre McLaren. La escudería británica, que tanto se las prometía con Honda, ha fracasado en las últimas tres temporadas. Las expectativas siempre eran elevadas pero, es en este 2018, cuando de verdad se espera el despegue. En Woking tienen más que trabajado el chasis y confían en que el motor Renault haga el resto. Carlos Sainz, recientemente, ha afirmado que «la fiabilidad es el punto fuerte» de los franceses, un alivio para los de Woking, ya que la pasada temporada a Renault le costó evitar esos fallos al aumentar su potencia. 

La reducción de tres motores, como tope para todo el curso, ha sembrado algo de preocupación en todas las escuderías, pero en McLaren son optimistas. Alonso, en la presentación del MCL33, ha asegurado que «serán más fuertes». Apenas rodó unas vueltas para lucir el nuevo coche y hacer publicidad a los patrocinadores, pero sus sensaciones ya son positivas. El objetivo, aún así, no parece ser el de ganar el Mundial. En McLaren se conformarían, por el momento, con asaltar el podio con asiduidad, algo que no parece nada descabellado.

La pugna por el Mundial parece reservada para Mercedes, Ferrari e incluso Red Bull, aunque no se pongan de acuerdo ni dentro del equipo respecto a sus aspiraciones. En Mercedes han trabajado en una unidad de potencia nueva, con el riesgo que ello conlleva, pero tras cuatro años de hegemonía nadie duda de que al menos Lewis Hamilton peleará hasta el final por hacerse con el título. Bottas, tras un año de adaptación, también está obligado a erigirse como un buen escudero del británico. Luego están los de Maranello, que este año sí podrían acabar con una sequía que dura ya una década. Desde Italia insisten en la importante evolución, y aunque el monoplaza ha mostrado una línea continuista, lo cierto es que hablan maravillas del motor, que este año de nuevo será la pieza que marque la diferencia. 

Red Bull, con su buen chasis, librará su batalla con McLaren. A su sombra estará Renault, que continúa su evolución para poder pelear por el título en 2019 o 2020. Por detrás, la pugna será ardua. El morbo, sin duda, lo pondrá Toro Rosso con el motor Honda. Red Bull es consciente de que a la larga Renault les va a perjudicar, y ya se ha preparado de cara al futuro al aliarse con los nipones. Su escudería filial será un 'banco de pruebas' para Honda, que tras recibir un sinfín de críticas podría dejar en mal lugar a McLaren y a Alonso si de aquí a unos años hace campeón a Red Bull. 

El equipo austriaco confía en ello, aunque tampoco les quedaba más alternativa si querían buscar una alternativa para no ser clientes compartidos. Verstappen decidió su renovación tras vislumbrar la fábrica de Honda, por lo que al final los nipones a lo mejor solo necesitaban tiempo. A partir de la próxima semana empezaremos a salir de dudas. Ver a Alonso competir con los mejores, a Hamilton y Vettel batallar por ser el héroe de una época, a los dos 'gallos' de Red Bull combatir entre ellos, sobran los morbos, y las incógnitas. Montmeló dictará sentencia. 

Alberto Puente

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