Pocas veces una exitosa carrera se ha truncado tan repentinamente. Tras erigirse como uno de los grandes del motociclismo, con dos títulos en 250 cc y tres en la categoría reina, Jorge Lorenzo ha echado el freno de golpe. Su último año en Yamaha no fue nada positivo, pero menos aún lo ha sido su movimiento a Ducati, donde su pretensión era demostrar que podía ganar con otra escudería. Su adaptación ha resultado nefasta y puede pasar de ser el piloto mejor pagado de la parrilla a quedarse fuera de las tres escuderías que optan al título Mundial cada temporada.
Rossi ganó con Honda y Yamaha, aunque no lo consiguió con Ducati. Sí lo hizo Stoner, que también ganó con los nipones. Hasta la fecha, el australiano, cuya retirada fue prematura, ha sido el único capaz de levantar el trofeo con la marca italiana. Y su sombra se ha ceñido sobre el mallorquín. La suya, y la de Dovizioso. Lorenzo llegó como una estrella, como primer piloto, como el mejor pagado, pero ha sido retratado por Stoner en los entrenamientos y por el italiano en carrera. “Dovizioso ha intentado minar mi moral”, confesó recientemente.
No han sido necesarias palabras o gestos, sólo rendimiento. Dovizioso estuvo cerca de obrar el milagro el pasado curso. Firmó seis triunfos y sostuvo el pulso con Márquez hasta el final. Mientras, Lorenzo era superado por pilotos de fábrica. Se le concedió la bendición del ‘novato’ en una moto que pese a la adaptación que hicieron, difería en exceso para un hombre que sumaba una década a bordo de la Yamaha. Sin embargo, la situación parece repetirse en este 2018, donde él y casi toda la parrilla acaba contrato.
En la primera carrera Dovizioso le ganó la batalla a Marc en la última vuelta, mientras Lorenzo estaba lejos del podio. En la segunda, algo caótica a causa de la lluvia y las sanciones, Dovizioso no anduvo fino, pero el español ni siquiera puntuó. Lejos de rectificar los males de la pasada temporada, Lorenzo confirma que no atraviesa un gran momento, y el contrato a la baja que se esperaba que Ducati le sirviera, puede cancelarse de un momento a otro. La opción de Zarco, Petrucci o el propio Crutchlow son suculentas, cuando Dovizioso ha demostrado estar capacitado para liderar el equipo.
En Honda nada va a cambiar y Márquez y Pedrosa proseguirán sus trayectorias, mientras en Yamaha tampoco contemplan la posibilidad de cambiar a sus hombres. La mejor opción en estos momentos para el balear parece Suzuki, que está a la espera de que el español dé el paso y se abran las negociaciones. Los nipones creen que Lorenzo se adaptaría bien a la moto, y sería el acompañante perfecto de otro español, Álex Rins, que da sus primeros coletazos en MotoGP. De momento el balear está a la espera de una oferta de Ducati, aunque su salario podría desplomarse, o incluso no llegar a darse esa concesión de renovación.
Alberto Puente