Con el Mundial casi cerrado, a menos de dos meses para su conclusión, McLaren anunció lo que era un secreto a voces: su apuesta por el motor Renault. Tres años de frustración y reproches con Honda se saldaron con la ruptura de ambas marcas, en lo que supuso una importante pérdida de inyección económica para los de Woking. A su vez, fue uno de los motivos que motivaron a Fernando Alonso a renovar: «Trabajar con Renault es un gran aliciente para mí», reconoció el piloto, que logró sus dos títulos al volante de dicha escudería.
La decisión estaba tomada, y a la larga se ha confirmado que no hubo exigencia alguna por parte del español. Sin embargo, la operación se llevó a cabo de forma tan tardía que lastró la creación del actual MCL33. «Estamos corriendo con una evolución del coche del año pasado, no con el nuevo monoplaza«, ha declarado recientemente Eric Boullier al portal estadounidense Motorsport. «Incumplimos objetivos de calendario, es por eso que el coche que tendremos en Barcelona es el que debería de haber estado en Australia», ha añadido.
Sobre esta nueva ‘revolución’ del monoplaza ya había hablado Alonso. La escudería espera un nuevo paquete aerodinámico para resistir mejor la carga al viento y aumentar la velocidad punta en las rectas. Se esperaba para la segunda mitad de temporada pero, tal y como ha informado el francés, estas mejoras estarán presentes en Montmeló. Hasta ahí el patrón transcurre con normalidad, sino fuera porque en el pasado la escudería negó que hubiera retrasos en el arreglo del monoplaza.
Fue Matt Morris, jefe de ingeniería, el que en febrero quiso disimular los problemas que entonces tenían los británicos. «Hubo algunas semanas que fueron algo apretadas, pero desde entonces hemos llevado un programa bastante normal con Renault. No es que hayamos estado intentando ponernos al día. Lo hicimos durante un par de semanas para poder volver al programa normal», reconoció. Quiso matizar que hubiesen «podido cambiar cosas mucho antes», pero declaró que «lo solucionaron justo a tiempo.
Si McLaren mintió, Alonso escondió esos problemas para encajar un motor por el que apostaron demasiado tarde. El español, pese a los problemas de fiabilidad de la unidad de potencia francesa en los test de Montmeló, no cesaba en insistir en que estaban totalmente preparados para la cita de Australia. No ha sido así y el propio Boullier ahora lo manifiesta abiertamente: «Así son las cosas. Lo sabíamos. Hasta ahora hemos sido oportunistas y hemos aprovechado las oportunidades con ambos pilotos. Es frustrante ver que tenemos tanto ritmo en carrera pero no podemos exprimir ese ritmo en clasificación».
Un engaño que han ocultado hasta este mismo día. Por suerte para McLaren, la evolución llegará en Montmeló y con ella el ‘nuevo’ MCL33, con el que esperan dar el salto hacia el podio. Eso sí, como el propio Alonso señaló tras el Gran Premio de China, no serán los únicos que hayan trabajado sin descanso para introducir mejoras en el monoplaza. El objetivo de los de Woking es estar a la altura de Red Bull en el segundo tramo de temporada. Tras vislumbrar el triunfo de Ricciardo en la última cita, se antoja complicado.
Alberto Puente