Hacía mucho tiempo que por nuestra sección de pruebas no pasaba un VW, así que cuando nos dijeron que por semana santa íbamos a tener el VW Beetle, no pudimos evitar empezar a hacer planes con los que poder disfrutar del buen tiempo que nos deparaban estas fechas. ¿Y qué mejor que hacerlo además con un cabrio?
Llegó el día de recogerlo y aunque no iba especialmente motivado, cuando tuve las llaves en mi mano, me dirigí donde se recogen y lo ví en persona, tengo que admitir que es más bonito que en foto, pero eso ya lo pensaría detenidamente más adelante. Era el momento de subirse, arrancar y olvidarme del trabajo en las, tan ansiadas por todos, vacaciones de semana santa.
Lamentablemente no os vamos a contar ningún Roadtrip como en ocasiones anteriores, ya que nos quedamos en la ciudad, pero no por ello lo hemos disfrutado menos. Es más, bajo mi punto de vista, los cabrios donde mas se disfrutan es recorriendo tranquilamente la ciudad, y cuanto más grande sea, mejor, más kilómetros de diversión.
Antes de empezar, quería recordar un poco su historia. En 1998 VW presentó en el Salón del Automóvil de Detroit el Beetle, el que sería el nuevo Escarabajo. Desde entonces ha sufrido multitud de cambios, sin perder eso sí, la esencia original. Por desgracia en el Salón de Ginebra de este año, Vw ha confirmado que dejará de fabricarse.
El Escarabajo se fabricó entre 1938 y 1978 en Alemania y posteriormente, en México hasta 2003. Históricamente es el vehículo con más años de producción y siempre se ha caracterizado con su bajo coste, por eso es conocido como el coche del pueblo.
Nuestra unidad del Beetle Cabrio venía con el acabado Dune (35.605 €), este se caracteriza ser un homenaje a la Baja 1000 y su aspecto se ha querido asemejar más al de un Suv. Para ello la carrocería se ha levantado 10 mm, los pasos de rueda y faldones están acompañados de un plástico duro para protegerlos. Los paragolpes son específicos y el alerón trasero es de mayor tamaño. Esto le da un aire mas robusto y campero. A ese aire contribuye también la pintura color gris platino metalizado con los detalles en negro (560 €), como su parrilla y el marco de los antinieblas y las grandes llantas de aleación ligera “Canyon” de 18”. Para armonizar todo el conjunto los retrovisores van pintados en el color de la carrocería y son abatibles eléctricamente (130 €). Algo que han sabido renovar a la perfección aunque conservando la esencia son sus faros Bi-Xenon con iluminación de matrícula LED (810 €).
En la estética exterior de Beetle Cabrio Dune predominan las formas redondeadas. Con su ya icónico capó redondeado, sus faros circulares y sus grandes pasos de ruedas. Creo que poca gente no sabría identificar este modelo de coche con 8 décadas de historia a sus espaldas.
Pasando al apartado interior, nos encontramos con exclusivos detalles que nos recuerdan al Golf e incluso al Scirocco que en su día ya probamos, como los relojes situados en el salpicadero, detalle que jamás pensamos encontrarnos en este modelo. Es una mezcla de vintage con modernidad. Lo vintage son las formas de sus asientos, que me recordaron a las anchas banquetas que llevaban los clásicos, pero la modernidad por sus acabados y su tecnología.
Lo primero en lo que fijarse en este Beetle cuando accedes al interior es su curiosa tapicería cerámica-curry oscura, que mezcla como su nombre indica, el color curry con el gris en dos tonalidades en los asientos y el negro titanio en el cuadro de mandos, las moquetas y el techo.
Los asientos son muy cómodos e inusualmente anchos para cualquier coche, tanto delante, como detrás. Recogen muy bien y son muy ergonómicos, los de delante además son calefactables. Los de atrás tienen un problema. Se accede fácil cuando estás descapotado, pero con la capota puesta ya es otra historia. El espacio para las piernas en la parte trasera es suficiente, aunque no muy ancho, pero teniendo en cuenta las medidas del vehículo están más que bien.
Un gran detalle es su volante multifunción de 3 radios, tapizado en piel y achatado en su parte inferior que nos recuerda a los modelos sport de sus primos de marca. Otro detalle destacable es su pantalla multifunción Radio Composition Media, desde la cual podremos controlar, móvil, navegador, radio, media y el resto de las habituales funciones. Debajo de esta encontramos el climatronic bi- zona. Algo que han tenido en cuenta a la hora de fabricar este modelo es que a veces es necesario contar con espacio extra para guardar objetos cuando vamos con la capota abierta, para ello no solo cuenta con una guantera en la parte del salpicadero del copiloto, sino con otra extra con apertura frontal encima justo de la anterior.
El maletero cuenta con 225 litros de capacidad que no es como para tirar cohetes, pero cuando uno tiene un cabrio, tiene que perder algo de funcionalidad en favor de la estética.
En materia de seguridad, contamos también con asistente del ángulo muerto, asistente de salida de aparcamiento y cámara de marcha atrás “Rear View” (605 € todo).
Entrando en el apartado del motor y la conducción, tengo que decir que a pesar de montar el 2.0 tdi de 150 CV, con cambio DSG de 6 velocidades y tener un peso de una tonelada y media, nos sorprendió gratamente la alegría que transmitía a la hora de conducir.
En ciudad y gracias a su tamaño era muy divertido de conducir, aunque no por ello en carretera perdía prestaciones, los pasos por curvas son mas que aceptables y las aceleraciones y cambios de ritmo los solventaba sin problemas. Algo a destacar es su frenada, la cual respondía al momento y con mas contundencia de la que pensábamos.
La media de consumos era muy buena, oscilando entre los 6 y los 8 litros, según si iba yo solo, con otras 3 personas, fuera ciudad o carretera, o iba con capota o sin ella.
Personalmente es un coche que me ha gustado mucho y con el que me lo he pasado genial. Es uno de esos modelos que te hace tener ganas de salir a conducir con la capota recogida y disfrutar del recorrido y así ha sido durante la semana que lo hemos tenido. Cualquier motivo nos ha servido para sacarlo y hacerle kilómetros. Una de las cosas que más me ha gustado es que a pesar de no tratarse de ningún deportivo ni ningún coche con unas líneas excesivamente llamativas, es un coche que levanta miradas y pasiones.
Si estás pensando en comprarte un cabrio, deberías barajar este entre tus opciones, te aseguro que no te arrepentirás.
Adictos a la Gasolina