La economía española se contraerá este año el 0,6% y en el 2011 volverá a crecer un 0,7%, mientras que, en el marco de la consolidación fiscal, el déficit de las administraciones públicas se situará en el 9,6% y el 6,6%, respectivamente, según el último informe de Situación Económica del Servicio de Estudios del BBVA. Este escenario es más pesimista que el que dibuja el Gobierno, con una caída del Producto Interior Bruto del 0,3% para este ejercicio y un crecimiento del 1,3% en el 2011. Además, el Ejecutivo espera que las medidas de reducción del déficit logren minorarlo hasta el 9,3% este año y el 6% el próximo.
Tras el 0,1% de crecimiento registrado en el primer trimestre del año, la entidad considera que la economía podría volver a crecer el 0,2% en el segundo si en junio continúa la tendencia positiva de los indicadores económicos de abril y mayo.
Según el economista jefe del BBVA, José Luis Escrivá, el plan de ajuste fiscal del Gobierno tendrá un impacto «muy limitado» en el crecimiento económico de los próximos trimestres, si bien supone un «paso importante en la dirección correcta».
En su opinión, el proceso de consolidación fiscal es «absolutamente necesario e ineludible» para aumentar la credibilidad en la consecución del objetivo de situar el déficit público en el 3% del PIB en el 2013.
El ajuste fiscal es «condición necesaria» para propiciar un escenario de recuperación sostenida de la economía española en los próximos años, pero además debe ir acompañado de una serie de reformas estructurales.
Las más urgente es «una ambiciosa y eficaz» reforma laboral. En este segundo aspecto, el BBVA espera que la tasa de paro sea del 19,4% este año, igual previsión que la del Gobierno, y del 19,2% en el 2011, tres décimas más que la estimación oficial.
Con respecto a los cambios en el mercado laboral, se apunta a la eliminación de la dualidad entre trabajadores temporales y fijos, así como a un marco de referencia para la negociación colectiva que facilite la fijación de salarios teniendo en cuenta la situación particular de cada empresa.
Además, considera fundamental la reestructuración «de una parte acotada» del sistema financiero. El informe hace hincapié en que el grueso del sistema bancario español está bien capitalizado, pero señala que una parte del sistema tendrá necesidades de capital equivalentes al 5% del PIB hasta el 2013, lo que supondría la mitad del endeudamiento máximo que puede alcanzar el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).