Los técnicos del Ministerio de Economía ya trabajan en una nueva reforma fiscal que afectaría a las rentas mas altas, tal y como prometió el presidente Rodríguez Zapatero. De momento, las posibilidades que se barajan permitirían un incremento apreciable de la recaudación, según fuentes consultadas por LA ESTRELLA DIGITAL, del orden de los 1.100 millones de euros. La idea que mas posibilidades tiene de prosperar, de las muchas que se analizan, es la del incremento del tipo mínimo de las ganancias patrimoniales, o plusvalías, al 24%. Se cumpliría, así, con un viejo compromiso adquirido por el Partido Socialista: equiparar las rentas del capital a las del trabajo.
Actualmente, el tipo mínimo de las ganancias patrimoniales, conocidas también como plusvalías, está establecido en el 19%, como los rendimientos del capital mobiliario. Dicho tipo se incrementaría al 24%.
Otra de las posibilidades que se barajan es aplicar lo que ya se ha decidido en Cataluña. Incrementar el tipo marginal máximo del IRPF, del 43% al 45%, que en la práctica supondría elevar el tramo estatal de dicho impuesto del 21,5% al 23,5% ya que el 50% del gravamen es competencia de las comunidades autónomas. Además de Cataluña, esta iniciativa también se ha puesto en marcha en Baleares y en Asturias.
Todo ello iría acompañado de una regularización fiscal, una especie de amnistía para lograr repatriar capitales que últimamente se han colocado en el extranjero, y aflorar dinero que se maneja, actualmente, dentro de la economía sumergida, según informa el diario EL MUNDO en su edición de este lunes.
En los últimos meses, se ha producido una fuerte traslación de capitales hacia territorios fiscalmente más favorables, y se ha detectado un incremento del dinero que se mueve dentro de la llamada “economía irregular”, o sumergida. El plan del Gobierno consistiría en perdonar las sanciones que Hacienda impone a este tipo de operaciones, siempre que el dinero capturado se coloque en deuda pública a precio inferior al del mercado. En Economía calculan que, de llevarse a la práctica esta regularización fiscal, podría blanquearse del orden de los 50.000 millones de euros, una cantidad importante y fundamental para lograr relanzar la actividad financiera.