Los ministros de Economía de la eurozona examinarán en su reunión mensual que se celebra este lunes en Luxemburgo si las nuevas medidas de ajuste aprobadas por el Gobierno para este año y el 2011 son suficientes para acelerar la consolidación fiscal y frenar el contagio a España de la crisis de endeudamiento que afecta a Grecia y ahora también a Hungría. «Nuestra primera evaluación es que los nuevos objetivos tanto para España como para Portugal (que también será examinado) son adecuados y suponen una mejora importante para ambos países. Y para estos años las medidas de consolidación son realmente muy importantes, dijo el pasado miércoles el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Rehn, sin embargo, no aclaró si el Ejecutivo comunitario podría pedir a Madrid y a Lisboa que preparen nuevas medidas de ajuste para calmar a los mercados. De hecho, la Comisión ha retrasado de nuevo hasta el 15 de junio su evaluación definitiva sobre el plan español de consolidación presupuestaria.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ya presentó el plan de ajuste español en la reunión del Eurogrupo y del Ecofin de mayo. En aquel momento, los ministros de la UE celebraron la «rápida reacción» del Gobierno español y calificaron de «valientes» las medidas de ajuste adoptadas, pero pidieron más tiempo para evaluar si serán suficientes.
El plan español pretende reducir el déficit un 0,5% adicional este año, lo que equivale a 5.000 millones de euros, y un 1% en el 2011 (10.000 millones). Incluye un recorte del 5% en el salario de los funcionarios desde el verano y una congelación de la mayoría de las pensiones, así como la supresión del cheque-bebé.
El Eurogrupo tiene previsto iniciar también este lunes el examen de las diferencias de competitividad entre los países que comparten la moneda única por considerar que estos desequilibrios constituyen una de las principales causas de la actual crisis del euro. Los primeros Estados miembros en pasar la evaluación son España y Finlandia.
España ha perdido un 20% de su competitividad en precios desde la creación del euro en 1998, mientras que la mayor economía de la eurozona, Alemania, ha ganado un 13% de competitividad durante el mismo periodo, según el último informe anual sobre la moneda única publicado en octubre por la Comisión Europea.
Los ministros de Economía de la eurozona darán además su aprobación final al fondo de rescate dotado con 440.000 millones en los próximos tres años en forma de garantías de los Estados miembros para recaudar dinero en los mercados. A estas garantías bilaterales hay que sumar la contribución del presupuesto de la UE y del Fondo Monetario Internacional. En total, la dotación del fondo asciende a 750.000 millones y su objetivo es frenar el contagio de la crisis griega a España y Portugal.
La denominada Facilidad Europea de Estabilidad Financiera se regirá por la legislación luxemburguesa y sus accionistas serán todos los países de la eurozona. El Banco Europeo de Inversiones actuará como prestador de servicios y apoyo administrativo.
Así, cualquier país que quiera utilizar este fondo deberá someterse a un programa de ajuste fiscal similar al que se ha impuesto a Grecia. La mayor parte de países, entre ellos España, Francia o Alemania, ya han aprobado su contribución y está previsto que no se requiera autorización de los parlamentos nacionales cada vez que haya que activar el mecanismo.
Tras la reunión del Eurogrupo se celebrará un encuentro de todos los ministros de Economía de la UE, convocado por el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para tratar de llegar a un acuerdo sobre cómo reforzar las sanciones contra los países que superen el límite del 3% de déficit público que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El objetivo es también evitar que se repita una crisis de endeudamiento como la de Grecia.
En la anterior reunión celebrada el 21 de mayo ya hubo un «amplio consenso» entre los Veintisiete sobre la necesidad de endurecer las «sanciones financieras y no financieras» contra los incumplidores e incluso de crear otras nuevas si es necesario. Ahora se trata de concretar estas sanciones con el objetivo de que sean ratificadas por los líderes europeos en la cumbre que se celebrará el 17 de junio.
El endurecimiento del Pacto es una iniciativa de Alemania, que ha pedido que se castigue a los incumplidores con la congelación de las ayudas europeas y, en los casos más graves, con la suspensión durante un año del derecho de voto en los Consejos de ministros de la UE. Es la contrapartida que exigió Berlín para aprobar el rescate de Grecia y el fondo de 750.000 millones.
Los ministros de Economía de la UE aprobarán finalmente el martes reforzar los poderes de la oficina estadística de la UE, Eurostat, que depende de la Comisión, para que pueda auditar las cuentas públicas de los Estados miembros con el fin de evitar que se reproduzcan escándalos de falsificación de estadísticas como el de Grecia o el de Hungría.
Las nuevas normas impondrán visitas más frecuentes de funcionarios de Eurostat a los países sometidos a un procedimiento sancionador por déficit excesivo. De este modo, cuando haya dudas razonables sobre la exactitud de las cifras de déficit y deuda enviadas por un Gobierno a Bruselas, la oficina estadística podrá enviar a sus funcionarios al país en cuestión y revisar de primera mano los datos del Gobierno central, regiones, ayuntamientos y seguridad social.
El Ejecutivo comunitario ya reclamó estas competencias adicionales en el 2004, precisamente cuando se descubrió que Grecia había falseado los datos para entrar en el euro. Pero las capitales rechazaron concedérselas.