La demanda internacional de petróleo aumentará en este año, según la Agencia Internacional de la Energía que, en su informe publicado hoy en París, explica que ello se debe a los datos económicos, mejores de lo previstos, procedentes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico. Sin embargo, la AIE estima que existen todavía riesgos de que la demanda baje en lo que resta de año y prevé que alcance los 86,4 illones de barriles diarios, 60.000 más por día por encima de su cálculo precedente.
El incremento de la demanda de petróleo en este año será del 2% y el aumento acumulado en este año será en total de 1,7 millones de barriles diarios con relación a los datos del 2009, precisa la AIE.
Los precios del petróleo cayeron unos 18 dólares por barril durante las tres primeras semanas de mayo, lo que situó la cotización de los crudos de referencia en una media de en torno a los 72-73 dólares por barril, según el informe de la agencia.
El aumento previsto de la demanda de petróleo se explica sobre todo por el impacto de los primeros datos sobre la evolución macroeconómica de los 31 países miembros de la OCDE. Estos datos son, según la AIE, «más sólidos de lo esperado, aunque la agencia añade que la demanda procedente de los países de fuera de la OCDE «es ligeramente más débil».
Así, la demanda de los países fuera de ese grupo de las economías industriales más ricas bajará hasta los 40,9 millones de barriles diarios este año, 30.000 barriles diarios menos que en la anterior previsión de la AIE pero aún así un 4,1% superior a la del 2009.
Por el lado de la oferta, el informe revela que disminuyó en 575.000 barriles diarios hasta los 86,3 millones de barriles diarios en mayo, esto es, ligeramente por debajo de la demanda prevista para todo el año, pero que se prevé un ligero incremento de la producción de países ajenos a la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
El crudo procedente del consorcio petrolero alcanzó un total de 29,02 millones de barriles diarios pero la demanda prevista para el petróleo de la OPEP, según la AIE, estará este año en torno a los 28,7 millones de barriles diarios.
El informe da cuenta del crecimiento sostenido de la demanda de algunos países externos a la OCDE, a pesar del recorte mundial, como China, que incrementó la suya en un 12,7% en abril en relación con mismo mes del año precedente.
La AIE dedica también especial atención al impacto que, sobre la demanda de derivados del petróleo, tuvo en Europa la erupción de un volcán islandés que afectó gravemente al tráfico aéreo en buena parte del continente.
Así, durante abril la demanda interanual retrocedió el 3,5% como consecuencia de la caída del consumo de combustible para aviones, puesto que el espacio aéreo europeo se quedó paralizado durante días.
Pero, en general, la agencia estima que el panorama del consumo de petróleo y sus derivados en los países europeos dependerá sobre todo de la evolución de las economías de Francia y Alemania y de su capacidad para tirar de la demanda interna.
En cuanto al nivel de las reservas, éstas se situaron en los países miembros de la OCDE en abril en los 2.726 millones de barriles, un incremento de 47,9 millones de barriles, como consecuencia tanto del aumento de la producción de crudo como del refino.
En general, el informe insiste en que la tendencia del mercado internacional del petróleo depende mucho de la evolución de dos elementos fundamentales: la amenaza para la recuperación de la OCDE de los problemas de la deuda soberana de algunos países y la sostenibilidad del crecimiento de la demanda procedente de China.
Como los mercados internacionales están fuertemente relacionados, la AIE considera que cualquier ralentización en el crecimiento de los países de la OCDE podría afectar a la demanda china, muy dependiente de sus exportaciones.
La AIE destaca la importancia de la demanda del país asiático, China representa el 40% del incremento previsto de la demanda mundial de petróleo para este año, y avanza que en un próximo informe abordará el impacto que tienen las inversiones exteriores chinas para garantizarse suministros seguros de crudo.