La Bolsa española subió este jueves el 0,74% y se acercó a 9.800 puntos impulsada por el alza de los grandes valores y la relajación del mercado de deuda después de que se cubriera con éxito una colocación de bonos a largo plazo nacionales. Así, el índice de referencia del mercado español, el Ibex-35, que lograba el mayor avance en Europa, subió 71,80 puntos, equivalentes al 0,74%, hasta 9.755,10 puntos, de forma que las pérdidas anuales bajan al 18,30%.
En Europa, con el euro a 1,237 dólares, Fráncfort subió el 0,53%; el índice Euro Stoxx 50, el 0,35%; Londres, el 0,3%; París, el 0,19%, y Milán, el 0,03%.
Las dudas asaltaban a la bolsa española, al igual que a las europeas, al inicio de la jornada, a pesar de que Wall Street acabó la jornada anterior en tablas.
La caída del precio del petróleo -el Brent abría a menos de 78 dólares por barril-, y la depreciación del euro, que se negociaba a 1,225 dólares, influían en el arranque de sesión.
Aunque el Banco Central Europeo (BCE) indicaba que continuará comprando deuda pública hasta que se estabilicen los mercados, los inversores esperaban al resultado de una subasta de bonos españoles.
Antes de que se conociera que se había completado con éxito la emisión de deuda a 10 y 30 años, el mercado había superado el nivel de 9.700 puntos y se acercaba a 9.800 impulsado por el aumento de las ventas minoristas el 0,6% en Reino Unido y por la recuperación del petróleo y del euro.
Hasta poco después de la apertura de Wall Street, el mercado español rondó sobre el nivel de 9.800 puntos, a lo que ayudaba la mejora de las previsiones de crecimiento en Alemania y los datos del IPC estadounidense de mayo, que cayó dos décimas, hasta el 2%. Precios bajos, tipos bajos.
Sin embargo, se conocían otros datos que tenían otro efecto, como el aumento del déficit por cuenta corriente, que elevaba la cotización del euro a cerca de 1,24 dólares, y malos datos del mercado laboral, como el aumento de las peticiones semanales de subsidios de desempleo en EEUU de 460.000 a 472.000.
Esto causó cierta indefinición en la apertura de Wall Street, que se decantó por las pérdidas por el descenso de la actividad manufacturera, según la FED de Filadelfia, que no pudo contrarrestar el alza del 0,4% de los indicadores adelantados estadounidenses en mayo.
La caída superior al 0,5% de Wall Street limitaba al final de la sesión el avance de la bolsa nacional, sustentado por las principales empresas y los bancos.
Todos los grandes valores subieron: Banco Santander, uno de los bancos más solventes de Europa, el 1,59%, la segunda mayor subida del Ibex.
A continuación, por orden de ganancias, se situaron BBVA, que ganó el 1,29%; Iberdrola, el 1,07%; Repsol, el 0,94%, y Telefónica, el 0,91%.
La mayor subida del Ibex correspondió a Inditex, el 1,75%, animada por un informe favorable, seguida de los grandes valores, en tanto que el séptimo puesto del índice por ganancias correspondió a Sacyr, que ganó el 0,56%, y Bankinter, el 0,51%.
FCC encabezó las pérdidas con un descenso del 2,92%, mientras que Técnicas Reunidas cedió el 2,73%; Grifols, el 2,62%, y Gamesa, el 2,09%.
En el mercado continuo destacó la subida de Afirma (Quabit), el 7,14%, por la posibilidad de que acometa una ampliación de capital, mientras que Fergo Aisa lideró las pérdidas con una bajada del 6,71%.
La rentabilidad de la deuda española a largo plazo caía 11 centésimas -el diferencial con la deuda alemana bajaba de 2,2 a 2,1 puntos-, y se situaba en el 4,76%, mientras que el efectivo negociado en el mercado continuo se situaba en 4.048 millones, de los que cerca de 2.700 procedieron de operaciones de inversores institucionales.