El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió este jueves en la rueda de prensa final del Consejo Europeo la «gran solvencia» del sistema financiero español alegando que pese a la crisis financiera no ha necesitado inyecciones de liquidez y que sólo se han intervenido «dos entidades menores, en referencia a Caja Castilla-La Mancha y Cajasur. Por otra parte el líder socialista pidió «prudencia» cuando se evalúen los efectos de la reforma laboral en el mercado.
Zapatero celebró la decisión de los líderes europeos de hacer públicos los resultados de las pruebas de estrés realizadas a los bancos comunitarios y pidió que estos exámenes sean «exigentes» porque eso «reforzará la credibilidad» del sistema financiero de la eurozona y de la UE.
«España ha demostrado durante todo este periodo, desde la crisis financiera, una gran solvencia de su sistema financiero. Afortunadamente, hemos sido de los pocos países que no ha tenido que hacer una inyección de capital y que prácticamente se han intervenido dos entidades menores, señaló el presidente del Gobierno.
«Confiamos en nuestro sistema financiero, confiamos en nuestro modelo de supervisión. Estamos en un proceso de reestructuración financiera de una parte de las cajas para adecuarlo a los cambios liderado por el Banco de España, en el que confiamos también, resaltó Zapatero.
En este sentido, se congratuló por la decisión del Banco de España de publicar los resultados de los tests de estrés de los bancos españoles. A su juicio, se trata de un anuncio de «gran calado» porque «va a abarcar a todas las entidades financieras prácticamente de nuestro sistema».
Esta medida es, según Zapatero, «la mejor manera de ganar la máxima confianza es la transparencia para demostrar que nuestros sistemas financieros están bien supervisados y tienen fortaleza». «No hay nada mejor que la transparencia para demostrar la solvencia, para dar confianza, para dejar atrás tanto rumor sin fundamento, dijo.
Por ello, el presidente del Gobierno se congratuló de que su petición de que las pruebas de estrés se publiquen en todos los países de la UE fuera aceptada por el resto de líderes porque, en su opinión, ello servirá «para fortalecer aún más la confianza en la zona euro y en toda la UE». Se trata de «un acto que no tiene precedentes en nuestro ámbito de la Unión».
«Esas pruebas de esfuerzo deben ser exigentes, deben contemplar las hipótesis más difíciles en cuanto a la evolución de nuestro crecimiento. Porque eso reforzará la credibilidad, reforzará la solvencia, insistió.
Reforma laboral
Zapatero también pidió a los agentes económicos y sociales que, a la hora de valorar la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo, tengan «la prudencia» de evaluar los efectos que tendrá en el mercado de trabajo aunque eludió valorar la sugerencia del sindicato CCOO de acometer un cambio importante en el Gobierno para modificar el rumbo de la política económica.
«Los sindicatos. Respeto muchísimo su posición, como es conocido, se limitó a decir Zapatero, quien recordó que ninguna reforma crea empleo por sí misma, aunque sí puede ayudar a crearlo y a salvar empresas, contribuyendo así al incremento de la estabilidad laboral.
Según indicó, la reforma laboral es una reforma «importante» como otras muchas que está llevando a cabo el Gobierno y como todas aquellas que pondrá en marcha si es necesarias para garantizar el futuro económico del país.
El jefe del Ejecutivo recordó que esta reforma había sido reclamada por «prácticamente todos los grupos políticos, y confió en que las formaciones fijen «posición o alternativas» durante el debate que tendrá lugar la semana que viene en el Congreso.
Insistió una vez más en que la reforma busca más flexibilidad para las empresas, con medidas que, si funcionan, podrían evitar «muchos despidos, como la posibilidad de que las empresas se descuelguen de los convenios a través de un acuerdo con los trabajadores o la reducción de la jornada y el salario a los mismos.
A su parecer, estas medidas se adecuan más a la realidad del mercado laboral, ya que aumentan la flexibilidad en las empresas, evitando así que muchas recurran al despido sin plantearse la posibilidad de realizar otras cosas y promoviendo la estabilidad laboral.
Según Zapatero, estas medidas se unen a eliminación de las distorsiones que había en la extinción de contratos, ya que en 2009, el año más duro de la crisis, sólo el 15% de los despidos fueron objetivos o procedentes.
«Vamos a hacer que la Ley, el espíritu del Estatuto de los Trabajadores en lo que afecta a extinción en contratos, se haga más real, indicó.
A su juicio, esto significa «cambiar el sentir» de lo que se ha hecho en España en los últimos años y hacer que crezca más la contratación indefinida, motivo por el que el Gobierno quiere ampliar el uso del contrato de fomento del empleo estable.