El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recalcó este viernes en un carta dirigida a los líderes del G-20 que la principal prioridad de la cumbre que se celebrará en Toronto los próximos 26 y 27 de junio es «savalguardar y fortalecer la recuperación» de la economía. En este sentido, Obama destaca que estamos ante un «renovado desafío de la economía global, por lo que es necesario «actuar juntos para fortalecer la economía, restaurar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el medio plazo y completar la reforma y la recuperación financiera.
«Hemos trabajado excepcionalmente duro para restaurar el crecimiento, no podemos dejar que empiece a fallar o perder fuerza ahora, añadió el presidente estadounidense, quien destacó que esto implica reafirmar «la unidad» a la hora de ofrecer el apoyo político necesario para mantener un crecimiento económico fuerte.
Asimismo, consideró «esencial» tener una recuperación que cree «los buenos puestos de trabajo que los ciudadanos necesitan» y recalcó que los países deben estar preparados para responder de nuevo lo más «rápido y enérgicamente posible» para evitar una desaceleración de la actividad económica en caso de que se frente la fortaleza de la recuperación.
En esta línea, añadió que una recuperación mundial sólida y sostenible requiere una demanda equilibrada global y alertó de que existen «debilidades significativas» entre las economías del G-20.
«Nuestra capacidad de lograr una recuperación económica duradera dependerá de nuestra capacidad para lograr un modelo de crecimiento de la demanda global que evite los desequilibrios del pasado, agregó.
Por otro lado, defendió la necesidad de restaurar la sostenilidad fiscal y estabilizar los ratios de deuda en niveles adecuados en el medio plazo. Así, mostró su compromiso con la sostenibilidad fiscal y apuntó que todo los países del G-20 deberían poner en marcha planes creíbles y que fomenten el crecimiento para restaurar las finanzas públicas, pero que a la vez tengan en las necesidades de la economía global.
Respecto al sector financiero, Obama destacó que reducir la «incertidumbre sobre la transparencia» de los balances y el capital de la banca, en especial en Europa, ayudaría reducir la volatilidad de los mercados y el coste de la deuda. En este sentido, reclamó «requisitos más estrictos» de capital y liquidez, una mayor supervisión de los mercados de derivados, más transparencia e información que reduzcan la manipulación de los mercados, y una regulación más efectiva que evite la caída de las grandes entidades.