El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, se ha mostrado en desacuerdo con aquellos que opinan que los planes de consolidación fiscal de los diferentes gobiernos de la eurozona perjudicarán la recuperación económica y afirmó que esta prudencia en la gestión funda las bases de un crecimiento equilibrado y sostenible.
«Estoy en desacuerdo con la opinión de que reducir el gasto público dificultará el crecimiento económico. Al contrario, una gestión fiscal prudente proporciona las bases para un crecimiento equilibrado y sostenible», dijo Trichet en una conferencia en Francfort.
En este sentido, el máximo responsable de política monetaria de la zona euro subrayó que las políticas fiscales enfocadas hacia la estabilidad fomentarán la confianza entre los hogares, empresarios e inversores, lo que permitirá incrementar la riqueza y crear empleo.
Así, el banquero francés expresó la necesidad de restaurar la confianza, aunque precisó que ésto no significa regresar a la manera habitual de hacer las cosas, sino que son necesarios cambios fundamentales en la forma de gestionar el sistema fiannciero, las cuentas públicas y la manera en que interaccionan las intituciónes de supervisión nacionales e internacionales.
De este modo, Trichet insta a reformar las entidades financieras de manera que se aumente la transparencia, mejore la regulación del sector y se reduzca el carácter procíclico, así como el cortoplacismo.
«Podemos sentirnos aliviados de que los esfuerzos colectivos internacionales evitaran la catástrofe en el invierno de 2008», dijo Trichet, quien, sin embargo, advirtió de que «los acontecimientos de los últimos meses demuestran que es demasiado pronto declarar el final de la crisis».