El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó este miércoles una eventual subida del impuesto de sociedades y aseguró que el Ejecutivo no tiene intención de incrementar la presión fiscal a las empresas. Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Zapatero insistió en que continuará apoyando a las empresas para que generen actividad económica y aseguró que la etapa de Gobierno socialista está siendo la de «mayor apoyo fiscal a las empresas a través del impuesto de sociedades». El líder socialista también aseguró que los «nuevos esfuerzos» que el Gobierno va a pedir, y que incluirá en los Presupuestos, irán dirigidos a los ciudadanos con «alta capacidad económica».
En este sentido, recordó las decisiones tomadas por el Gobierno sobre el impuesto de sociedades, que en 2007 se redujo en cinco puntos para todas las empresas -del 35% a 30% para las grandes y del 30% al 25% para las pymes-, y que en 2010 se ha vuelto a recortar en otros cinco puntos para la pymes que crean o mantienen el empleo.
Así respondió al diputado de CiU, Josep Sánchez i Llibre, a quien agradeció la colaboración de su grupo en la elaboración de estas medidas, que -según dijo-, han servido para impulsar la actividad económica.
Sánchez i Llibre reconoció que las rebajas del impuesto de sociedades en los últimos años han sido «sustantivas y bien apreciadas por la economía».
Además consideró una buena noticia que el Gobierno no piense subir el impuesto de sociedades, si bien reclamó que en el futuro «no se lancen globos sondas dejando entrever un incremento de la presión fiscal», porque crean inseguridad y desconfianza.
Asimismo, insistió en que es bueno que el Gobierno se plantee la política fiscal como base para impulsar la economía y no para obtener ingresos.
«Nuevos esfuerzos»
Por otra parte Zapatero, aseguró que los «nuevos esfuerzos» que el Gobierno va a pedir irán dirigidos a los ciudadanos con «alta capacidad económica», y pidió el apoyo del líder del PP, Mariano Rajoy, en esta medida, afirmando que el Gobierno sigue manteniendo y aumentando la cohesión social a pesar de la «demagogia absolutamente insostenible» de Rajoy, que antes le acusó de renunciar a todas sus promesas sociales.
El portavoz popular, por su parte, insistió en reprochar al presidente medidas como la congelación de las pensiones, y le recordó que este mismo martes votó a favor de que el Gobierno cumpla con las propuestas de resolución del debate sobre el estado de la nación, entre las que está retirar dicha congelación.
Mariano Rajoy consideró legítimo preguntar a Zapatero cuáles son los nuevos esfuerzos que se van a pedir a la ciudadanía, que «lógicamente» está preocupada tras haber escuchado al jefe del Ejecutivo que tomará las medidas necesarias cueste lo que cueste y le cueste lo que le cueste.
«Ya sé que para usted es un lenguaje desconocido, para usted lo importante es que nada le cueste nada», replicó Zapatero a Rajoy, además de señalar que tiene una «visión de la política distinta» de la del líder de los populares: «Si me tienen que costar los esfuerzos para salir de la crisis algo me costará», añadió.
En la formulación de esta pregunta, Rajoy volvió a recordar algunas de las promesas hechas por Zapatero, como la de que se dejaría atrás la recesión manteniendo la protección a los más desfavorecidos y prometía que no habría una salida de la crisis «antisocial».
«La realidad ha demostrado que todo esto era falso», señaló el líder del PP, quien recordó, entre otras medidas, el recorte de los salarios públicos, la eliminación del cheque-bebé o la subida de impuestos que «nos afectan a todos».
Zapatero calificó de «infundadas» las afirmaciones de Rajoy y recordó los esfuerzos en gasto social de su gobierno, las subidas de las pensiones en años anteriores, el mantenimiento de las becas o la ley de dependencia que «atiende a los más desfavorecidos, de los que (el PP) no se acordaron en sus años de gobierno».
El presidente señaló que la austeridad, el ahorro y las reformas serán los principales objetivos de los Presupuestos de 2011, que aunque contemplan una reducción del volumen total del gasto del 7,7% mantendrán la cohesión social que se ha defendido estos años.