La Unión Europea (UE) ordenó este martes la congelación de todos los fondos y recursos económicos del Banco Internacional de Desarrollo de Venezuela, filial del Export Development Bank de Irán, por su supuesta vinculación con el programa nuclear iraní. La medida, publicada este martes en el diario oficial de la Unión Europea, es directamente aplicable en todos los países comunitarios y tiene un carácter obligatorio.
El banco venezolano, que ya fue sancionado por el Departamento del Tesoro estadounidense, niega en su página web que colabore con actividades nucleares en Irán y cita a la presidenta de la Superintendencia de Bancos y otras instituciones Financieras, María Elena Fumero, según la cual en las revisiones del organismo que representa «no se desprende ninguna evidencia de esos hechos».
La entidad asegura además que su objetivo es «proporcionar servicios bancarios al público bajo la licencia de Banco Universal, según las normas y regulaciones de la banca venezolana».
No obstante, su empresa matriz Export Development Bank es una de las 34 entidades iraníes implicadas en actividades nucleares o relacionadas con misiles balísticos que verán sus recursos económicos y el de todas sus filiales inmovilizados.
Los ministros europeos de Asuntos Exteriores tomaron esta decisión ayer en Bruselas en aplicación de la resolución 1.929 aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el pasado 9 junio.
Los Veintisiete aprobaron en paralelo también ayer un conjunto de medidas propiamente comunitarias aún más restrictivas que las de la ONU con la intención de forzar al Gobierno de Teherán a que acepte reabrir las negociaciones sobre su programa nuclear.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, aseguró ayer que el programa nuclear iraní cada vez preocupa más en la UE, ya que Teherán sigue sin cumplir las resoluciones de Naciones Unidas y la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y sin mostrar suficiente compromiso en las negociaciones.
Sin embargo, la Alta representante recalcó que el objetivo sigue siendo encontrar una solución que permita a todos tener confianza en el carácter civil del programa nuclear iraní y aseguró que las sanciones son solo un medio para conseguirlo.