El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó hoy a España en la Exposición Universal de Shanghái como un país «atractivo» que tiene presente, «fuerza» y un futuro del tamaño de «Miguelín, el bebé robotizado de más de seis metros que se expone en el pabellón español. Zapatero tomó la palabra tras visitar los pabellones de China y España y antes de recorrer los instalados por Madrid; Barcelona, donde le esperaba el alcalde, Jordi Hereu; y Bilbao, donde fue recibido con un aurresku, la danza tradicional vasca de homenaje a las autoridades.
Ante las decenas de invitados al Día de Honor de España en la Expo, el jefe del Ejecutivo reiteró su deseo de profundizar y avanzar en las relaciones con el país anfitrión «con amistad, con lealtad y con colaboración permanente, porque «este siglo va a ser el siglo de China».
En opinión de Zapatero, si el de España es uno de los pabellones más visitados, es por que es un país que «gusta al mundo y gusta a China, es un país atractivo,
Y por eso ha viajado el Gobierno hasta Shanghái, manifestó, para «mostrar a China y al mundo el presente de España, la fuerza de España y el futuro» de un país «moderno y plural que reconoce su pasado y que ante todo tiene vocación de modernidad».
España, añadió, es un país de cooperación, respetuoso con el medio ambiente, volcado en la capacidad innovadora, en la solidaridad y en la igualdad entre hombres y mujeres.
Entre los invitados, la cineasta Isabel Coixet, encargada de la sala en la que se expone «Miguelín»; el escritor Javier Cercas, el diseñador Modesto Lomba y el jugador de baloncesto Pau Gasol, que se encuentra en Shanghái como embajador de las Marcas Renombradas de España y que se convirtió en una de las estrellas de la jornada.
En una vitrina, protegida por un cordón rojo, estaba la Copa del Mundo de fútbol ganada por la selección española en Sudáfrica y que viajó en el mismo avión que el presidente de Zapatero, según explicó, para mostrar «uno de nuestros orgullos más recientes y más sentidos».