El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, advierte a los gobiernos de que puede desencadenarse una guerra entre divisas si se empeñan en resolver sus problemas internos manipulando los tipos de cambio.
«Ha comenzado a circular la idea de que pueden utilizarse las monedas como arma de política (económica)», afirma el funcionario socialista francés en una entrevista con el dirario londinense The Financial Times (FT).
«Si llegara a traducirse en acciones concretas, esa idea representaría un riesgo muy grave para la recuperación mundial…Tendría un impacto negativo y muy dañino a largo plazo», agrega.
Strauss-Khan lanzó su advertencia en FT poco antes de que el yen se depreciara en los mercados de divisas tras la decisión del Banco de Japón de recortar su principal tipo de interés y proponer un nuevo fondo para la compra de letras del Tesoro y otros activos.
Después de que el banco emisor japonés anunciara su decisión, el yen cayó frente al dólar mientras que las letras del Tesoro y los precios del oro se apreciaron ante la expectativa de un recurso de las principales economías del mundo a lo que se conoce en la nueva jerga económica como «flexibilización cuantitativa», la inyección de dinero electrónico en la economía.
En las últimas semanas, algunas de las principales economías han intervenido para mitigar las presiones al alza de sus divisas: Japón vendió yenes por primera vez en seis años mientras que Brasil ha amenazado con intervenir a su vez para impedir la revaluación de su moneda, el real, y el lunes duplicó el impuesto que grava las compras extranjeras de sus bonos en un intento de reducir el súbito aflujo de fondos.
El ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, advirtió ya la semana pasada del peligro de que estalle una guerra entre divisas.
«Hemos visto informaciones de que algunos países emergentes cuyas economías se exponen a fuertes aflujos de capital están diciendo que quizás sea ya hora de utilizar sus divisas para lograr ventajas, sobre todo en el comercio. No creo que sea una buena solución», advierte el director gerente del FMI.
Strauss-Khan hizo esas declaraciones antes de la reunión anual que celebran este fin de semana en Washington el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y en la que debe prestarse especial atención a los desequilibrios en los balances por cuenta corriente de los países y los problemas de la economía global
En relación con las tensiones entre Pekín y Washington por el tipo de cambio del renmimbi, que, según EEUU debía estar más alto, Strauss-Kahn se muestra de acuerdo en que la divisa china debería apreciarse, pero especifica que ello debería ser no sólo causa, sino a la vez consecuencia del reequilibrio de la economía del gigante asiático.
En su opinión, lo primero que debería hacer China es incrementar el consumo interno, dirigiendo la producción hacia los mercados internos en lugar de hacia la exportación, lo cual tendrá como consecuencia una revaluación de su moneda.
«Ello ayudará a controlar la inflación y aumentará el poder de compra del consumidor (chino)», explica el director gerente del FMI.