Las comunidades autónomas terminan estos días de cerrar sus presupuestos para 2011, unas cuentas «austeras» ante un año que se presenta «difícil» debido, en gran parte, al fuerte descenso de los ingresos que sufren y que les obligará a reajustar aún más sus cuentas que en el presente ejercicio.
Si 2009 pasará a la historia como el año en que, por primera vez, las autonomías tuvieron que diseñar presupuestos a la baja, 2010 servirá para confirmar la difícil situación por la que atraviesan los gobiernos regionales, ahogados por la crisis económica y por la devolución al Estado de los anticipos a cuenta recibidos en la financiación autonómica.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, reclamó ayer un mayor control de los presupuestos de las comunidades autónomas y las entidades locales porque cree que el menor compromiso de estas administraciones puede poner en riesgo el objetivo de reducir el déficit público.
Pero el compromiso de las regiones existe ya, por los condicionantes antes descritos y la imposibilidad que tienen de endeudarse por encima del 1,3 por ciento más allá de 2011, según lo acordado entre el Ministerio de Economía y las comunidades en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Las cuentas de las autonomías para 2011 aún no están cerradas, pero son varios los gobiernos que ya han adelantado cuánto bajarán sus presupuestos.
Canarias es, de momento, la comunidad que más se apretará el cinturón en 2011, al reducir sus gastos en 950 millones de euros (un 13 por ciento), cinco puntos por encima del descenso del gasto público fijado en los Presupuestos Generales del Estado (7,9%).
En la misma línea, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció recientemente que el presupuesto no financiero de esta región para 2011 se va a reducir en torno a un 10 por ciento, dentro del plan de austeridad con el que su Gobierno ha ahorrado ya 542 millones de euros.
En Aragón, los presupuestos para 2011 se reducirán un 8 por ciento, en torno a los 460 millones de euros, aunque las partidas destinadas a servicios públicos «esenciales» se mantendrán, según ha informado su Ejecutivo.
Un punto menos será lo que baje, de media, el presupuesto de Baleares y, aunque en algunas partidas llegará al 15 por ciento, los recortes tendrán una menor incidencia en educación, sanidad y servicios sociales.
Otras comunidades como Castilla-La Mancha, Extremadura o Navarra fijan el recorte en torno al 5 por ciento.
El Gobierno de Castilla-La Mancha asegura que pese a que el suyo es un presupuesto «austero» se hace una asignación eficaz de los recursos públicos, mientras que el extremeño anuncia un recorte superior al 5 por ciento y que se usará la enajenación de vivienda pública para obtener «ingresos complementarios».
Navarra reconoce que los de 2011 no serán unos presupuestos «fáciles» y asegura que la reducción del 5,1 por ciento es la mínima posible teniendo en cuenta el escenario de reducción de deuda pública aprobado para el conjunto del país.
El resto de comunidades aún no ha fijado el recorte que sufrirán sus cuentas para 2011, pero han adelantado que serán austeros ante un año «muy duro, seguramente más que el actual» en materia presupuestaria, como ha señalado el Ejecutivo asturiano.
Desde el Gobierno cántabro se afirma que no se podrán permitir «alegrías» y que sus cuentas serán «responsables», y en Galicia destacan el «intenso esfuerzo» que tendrán que hacer toda sus consejerías para presentar unos presupuestos «útiles» en unos momentos de «graves restricciones» financieras.