La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, rechazó que España necesite un plan alternativo de medidas económicas, o plan B, como sugirió el Banco de España y el FMI, en caso de que no cumpla con la meta de reducción del déficit.
«Los planes B no son nunca una buena noticia, porque se convierten en el Plan A solo con verbalizarlos», dijo categórica la ministra de Economía, que se mostró convencida de que España «va a cumplir» el compromiso de reducir el déficit al 6 por ciento del producto interior bruto (PIB) en el 2011, como marcan los Presupuestos Generales del Estado.