Las ventas de bonos españoles en el mercado de deuda y la recogida de beneficios en el sector bancario tras la subida de la semana anterior condicionaron este lunes la caída de la bolsa nacional, que perdió el 1,25 por ciento y bajó del nivel de 9.900 puntos. Así, el principal indicador del mercado español, el Ibex-35, cayó 124,90 puntos, hasta 9.889,90 puntos, en tato que las pérdidas acumuladas en el año se elevan al 17,17 por ciento.
La bolsa española inició esta jornada con pequeñas ganancias que se esfumaron rápidamente, marcada por la festividad del Día de la Constitución y el restablecimiento de la normalidad en los aeropuertos españoles tras el caos provocado el fin de semana por el plantón masivo e imprevisto de los controladores aéreos.
En la apertura influían la reducción de las ganancias de las plazas europeas y las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (banco central de EEUU), Ben Bernanke, que auguraba que el paro tardará un lustro en bajar a tasas normales y no descarta ampliar el importe del programa de recompra de deuda.
La caída de los bancos y de los bonos españoles en el mercado secundario -la rentabilidad de la deuda española a largo plazo superaba el 5 por ciento-, así como la depreciación del euro, que pasaba de 1,335 dólares del arranque de la sesión a 1,325 dólares a mediodía, condicionaban la bajada.
Factores externos
Las maniobras militares de Corea del Sur -China pedía calma a los dirigentes de los dos países de la península coreana- también incidían en el mercado, que antes del mediodía perdía el nivel de 9.900 puntos y bajaba más del 1 por ciento
La rebaja de la calificación de la deuda de Hungría y la reunión que celebran este lunes los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro, que hablarán sobre la ampliación del fondo de rescate y la emisión de «eurobonos», con el fin de calmar al mercado de deuda, afectaban a la bolsa antes de la apertura de Wall Street.
El mercado neoyorquino también optaba por la recogida de beneficios después de las declaraciones de Bernanke, lo que contribuía al resultado final del mercado español.
Valores
Todos los grandes valores bajaron: BBVA, el 2,91 por ciento, la mayor caída del IBEX; Banco Santander, el 2,23 por ciento, tercera mayor caída de este índice; Iberdrola, el 1,7 por ciento; Telefónica, el 1,05 por ciento; y Repsol, el 0,55 por ciento.
Después de BBVA, el segundo puesto por pérdidas del IBEX correspondió a Sacyr, el 2,32 por ciento; seguida de Banco Santander y de su filial Banesto, que cayó el 1,89 por ciento, en tanto que Bankinter cayó el 1,75 por ciento.
ArcelorMittal lideró las ganancias del Ibex con un avance del 2,9 por ciento; ACS ganó el 1,78 por ciento tras conocerse que Qatar compraba el 10 por ciento del capital de Hotchief para frenar la oferta pública de adquisición (opa) de la constructora española; Indra, el 1,67 por ciento; y Ebro Foods, el 1,52 por ciento.
Pese a la crisis de los controladores aéreos, que obligó el Gobierno español a decretar el estado de alarma, la aerolínea Iberia avanzó un 0,75 por ciento. En el mercado continuo, destacó la bajada del 7,04 por ciento de Testa Inmobiliaria, mientras que Azkoyen presidió las ganancias con un alza del 12,01 por ciento.
Poco antes del cierre del mercado de deuda la rentabilidad del bono español a diez años subía 10 centésimas, hasta el 5,08 por ciento. El efectivo negociado en bolsa se situó en 2.000 millones de euros (2.660 millones de dólares), de los que algo más de 300 millones de euros (unos 400 millones de dólares) los intermediaron inversores institucionales.