Los ministros de Finanzas de la zona euro discuten este lunes la adopción de nuevas medidas para reducir la presión de los mercados de deuda sobre la región, así como soluciones a medio plazo para afrontar futuras crisis de este tipo. Para empezar, el Eurogrupo estudiará la posibilidad de incrementar el volumen del fondo de rescate temporal aprobado en mayo pasado para evitar el contagio de la crisis griega a otros países de la periferia de la región.
En los últimos días, se han multiplicado las voces a favor de incrementar los 750.000 millones del fondo, por considerar que esta cantidad sería insuficiente en caso de que fuera necesario salir al rescate de un país del volumen de España, cuarta economía de la región y uno de los afectados por la crisis presupuestaria.
El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, se manifestó el sábado a favor de este incremento, que está siendo sugerido desde el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. Sin embargo, la ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha negado en varias ocasiones que este incremento sea necesario, tras rechazar que España necesite de la asistencia de sus socios y garantizar el cumplimiento de los objetivos de reducción del déficit.
Mecanismo de estabilidad europeo
Además de discutir sobre las soluciones a corto plazo, los ministros avanzarán en la definición del mecanismo de estabilidad europeo permanente, destinado a sustituir al fondo de rescate temporal aprobado en mayo pasado, y que caduca en 2013.
La incertidumbre sobre este mecanismo y las presiones alemanas para que el sector privado contribuya a financiar los futuros rescates de países está detrás de la espiral de la deuda vivida en los últimos meses, que ha afectado especialmente a Irlanda, Portugal y España, pero también a Italia y Bélgica.
Los Veintisiete despejaron algunas de las incógnitas sobre este asunto el pasado 28 de noviembre, al acordar que la contribución de los inversores se decidirá caso por caso, no será retroactiva para los bonos emitidos antes de 2013 y podría incluir la renegociación de los vencimientos de deuda e incluso recortes de los intereses, en caso de insolvencia de un Estado.
Falta por decidir cómo se articulará el fondo, la cantidad de dinero que podría movilizar y si será necesario impulsar una modificación del Tratado de Lisboa para ponerlo en marcha, cuestiones sobre las que la Comisión Europea y el Consejo -órgano en el que están representados los estados miembros- tienen pensado pronunciarse en los próximos días.
Los eurobonos
Además, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha vuelto a poner sobre la mesa la controvertida iniciativa de los eurobonos, con objeto de «mandar un mensaje claro a los mercados y a los ciudadanos europeos sobre el compromiso con la unión económica y monetaria, y la irreversibilidad del euro».
Estos bonos de la zona euro, que permitirían una financiación más asequible a los países de la zona euro gracias a la solvencia del tesoro alemán, han encontrado la oposición de Berlín, que considera que esta medida requeriría de cambios legislativos de calado y desincentivaría la disciplina fiscal.
Por último, los ministros de Finanzas discutirán sobre el programa de asistencia financiera a Irlanda, que deberá recibir su aprobación formal mañana, en una reunión a la que se incorporarán los ministros de Finanzas del resto de la UE.
Participará en el encuentro de hoy el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, que ayer celebró una cena de trabajo con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; y su homólogo del Consejo, Herman Van Rompuy, para discutir estos asuntos de cara a la reunión de líderes europeos que se celebrará en Bruselas la próxima semana.