Los consumidores han mejorado en febrero por segundo mes consecutivo la percepción que tienen de la situación económica general, sobre la que también albergan mejores expectativas de futuro, aunque se han mostrado algo más pesimistas con respecto a la evolución de sus economías domésticas.
Así lo refleja el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC), que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que en febrero subió 2,7 puntos y se situó en 73,4 puntos, por encima de los 70,7 del mes anterior y de los 71,1 de febrero de 2010.
No obstante, y al margen de la evolución mensual, los consumidores siguen contando en general con mejores expectativas en lo referente a su situación personal que a la del país.
En este sentido, el ICO entiende que se está produciendo una cierta convergencia entre los tres aspectos sobre los que se pregunta a los consumidores (economía, empleo y situación del hogar), que estaban demasiado alejados debido a un exceso de pesimismo en los asuntos más globales, que no se manifestaba en los más cercanos y conocidos.
El director de coyuntura económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), Ángel Laborda, explicó a Efe que la gente parece estar dándose cuenta de que las medidas de reducción del déficit, «aunque dolorosas», son necesarias para salir del «atolladero de la crisis».
Según recordó, a principios de 2010 la confianza comenzó a crecer, pero en mayo volvió a caer como consecuencia de las medidas anticrisis puestas en marcha por el Gobierno, que incluyeron la rebaja salarial para los empleados públicos.
Después de ese episodio la confianza se recuperó algo, pero registró otro bajón en diciembre ante las presiones recibidas por la deuda española en los mercados internacionales.
Desde el cierre del año, la percepción de los consumidores sobre la situación actual ha mejorado significativamente, en concreto 8,8 puntos.
Por otra parte, los consumidores han reducido sus expectativas sobre el incremento de precios, con lo que se puede interpretar que no esperan que la actual escalada inflacionista perdure en el tiempo.
Por otra parte, los consumidores han reducido sus expectativas sobre el incremento de precios, con lo que se puede interpretar que no esperan que la actual escalada inflacionista perdure en el tiempo.
Por el contrario, ha aumentado levemente la expectativa de subida de los tipos de interés, lo que refleja que los consumidores no son ajenos a las subidas del euríbor, el indicador más utilizado para el cálculo de hipotecas, que cerró febrero en el 1,714 % frente el 1,550 % del mes anterior.
Dentro del indicador general de confianza, el indicador parcial que se refiere a la situación actual subió 0,7 puntos respecto a enero y se situó en 48,3 puntos, debido a la subida de la valoración de la economía española en 2,8 puntos y del empleo en 2,7 puntos, mientras que la de la situación del hogar bajó 3,4 puntos.
El indicador parcial de expectativas subió 4,7 puntos y se situó en 98,5 puntos, como consecuencia de la mejora de las perspectivas futuras de la economía del país en 8,2 puntos y del empleo en 6,6 puntos y a pesar del descenso de las referidas a la economía doméstica en 0,7 puntos.
El ICO elabora el Indicador de Confianza a partir de una encuesta a 1.000 ciudadanos, a los que se les pide valorar como «mejor» o «peor» la situación de su economía familiar, la economía española y el empleo respecto a la que existía seis meses antes, así como sus expectativas para los próximos seis meses sobre estas tres mismas cuestiones.
Los valores oscilan entre 0 y 200 puntos, de forma que si el indicador está por encima de 100, la percepción es favorable y optimista, y por debajo de 100 es negativa y pesimista.
Redacción