La prima de riesgo de España, que se mide con el sobrecoste que los inversores exigen para comprar bonos españoles en vez de alemanes, superaba a las 13.40 horas los 370 puntos básicos y amenazaba con rebasar el máximo intradía (375 puntos básicos) que alcanzó el pasado martes.
La deuda soberana española acusaba las dificultades de la Unión Europea para alcanzar un acuerdo sobre el segundo paquete de ayuda a Grecia, que abordará el jueves la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y Gobierno. Entre tanto, el riesgo país de varios países europeos evolucionaba al alza, en particular el de España e Italia, con la rentabilidad de sus bonos a diez años en máximos de la última década. En concreto, el rendimiento del bono español subía hasta el 6,35 %, su nivel más alto desde el 13 de agosto de 1997.
Según explica el departamento de análisis de Bankitner, el contagio a España e Italia de la crisis griega es particularmente delicado porque son dos países de gran tamaño, «lo que haría prácticamente imposible juntar el dinero necesario para un rescate». Italia, prosigue Bankinter, es además fundador de la Unión Europea y pertenece al G7, lo que «cualitativamente es realmente relevante».
Las primas de riesgo de los países periféricos de la UE subían a esta hora hasta 1.548 puntos básicos para Grecia, 1.140 para Irlanda, 1.004 para Portugal, y 338 para Italia.
A la falta de acuerdo en el seno de la UE se unía hoy el reconocimiento por parte de Portugal un «desvío» en las cuentas públicas de unos 2.000 millones de euros, lo que obligará a reforzar las medidas de contención del gasto para «tapar» el agujero y cumplir sus objetivos de reducción del déficit.
Al nerviosismo de los mercados contribuía también las dificultades que ha encontrado el Gobierno estadounidense para cerrar con la oposición republicana un acuerdo para elevar el techo de gasto.