El primer ministro, Silvio Berlusconi ha anunciado que el próximo 18 de agosto «o tal vez antes» convocará al Consejo de Ministros de forma extraordinaria para aprobar un decreto ley que incluya nuevas medidas para salir de la crisis que atraviesa Italia, después de que la Bolsa de Milán haya cerrado este miércoles en mínimos históricos.
Berlusconi ha convocado esta reunión durante el encuentro que ha mantenido con los representantes de empresas, bancos y sindicatos en el cual el Ejecutivo ha insistido en la necesidad de «reestructurar» el plan de austeridad aprobado en julio por el Gobierno y posteriormente por el Parlamento.
En la reunión han participado la presidenta de la Confederación italiana de Industria (Cofindustria), Elena Marcegaglia; el presidente de la Asociación Bancaria italiana (ABI), Giuseppe Mussari, y varios sindicatos, como la Confederación Italia del Trabajo (Cgil), la Confederación italiana de los Sindicatos de los Trabajadores (Cisl) y la Unión General del Trabajo (Ugl).
Entre las medidas que podría aprobar el Ejecutivo el próximo 18 de agosto se encuentra un impuesto de Patrimonio y un bloqueo de las pensiones por ancianidad, así como la liberalización de algunos servicios públicos locales. Sin embargo, tanto el partido Liga Norte como el Partido Democrático se han mostrado contrarios a «tocar las pensiones».
Por su parte, el secretario de la Confederación de los Sindicatos de los trabajadores (Cisl), Raffaelle Bonanni, ha destacado que las medidas deben ser aprobadas «enseguida», y ha recordado que es necesaria «una reforma fiscal hecha de justicia y economía», mientras que la secretaria general de la Confederación italiana de Trabajadores (Cigl), Susanna Cammusso ha pedido al Ejecutivo que se reduzcan los costes de la política y se graven «los patrimonios más altos».
Francia analiza su situación
El Gobierno francés estudiará a lo largo de este mes nuevas medidas para garantizar el respeto de los objetivos marcados para reducir su déficit, informó este miércoles la Presidencia gala.
Así se decidió tras el encuentro sobre la situación económica y financiera mantenido entre los principales miembros del Ejecutivo con el presidente, Nicolas Sarkozy, que interrumpió este miércoles sus vacaciones estivales para tal fin. Sarkozy propuso a los ministros que aporten nuevas propuestas para garantizar el respeto de esos objetivos, que según el Elíseo serán sometidos a un primer análisis el próximo 17 de agosto, y adoptados en una reunión posterior, fijada para el 24 de agosto.
En la reunión participaron el primer ministro, François Fillon, el ministro de Exteriores, Alain Juppé; y el de Economía y Finanzas, François Baroin; la titular del departamento de Presupuesto y portavoz gubernamental, Valérie Pécresse, el de Asuntos Europeos, Jean Léonetti, y el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer.
En un comunicado difundido tras el encuentro la presidencia recordó que, entre otras medidas, la reforma de las pensiones en 2010 ha permitido reforzar «de manera duradera» el mantenimiento a largo plazo de las finanzas públicas, y reafirmó los compromisos tomados de cara a la reducción del déficit, que para este año se prevé que sea del 5,7 % del PIB.
Pécresse indicó a la televisión BFM que las medidas se centrarán en la reducción de algunas exoneraciones fiscales que existen en la actualidad, sin precisar cuales. Esa política, ya emprendida por el Ejecutivo, ha permitido recaudar 3.000 millones suplementarios este año, indicó la responsable de Presupuesto, quien indicó que se hará «un esfuerzo suplementario».
Pécresse descartó la subida de impuestos como opción para contener el déficit. El objetivo, aclaró la portavoz del Gobierno, es cumplir los compromisos de Francia en temas de reducción de déficit «sea cual sea el comportamiento de la economía».
En la reunión Sarkozy se congratuló igualmente de que las medidas tomadas por las autoridades españolas e italianas, así como la intervención del Banco Central Europeo (BCE), hayan sido eficaces para reducir «de manera significativa» las tasas de interés sobre la deuda de ambos países. Asimismo, destacó que las decisiones de las instituciones europeas y estadounidenses han permitido reducir las tensiones sobre los mercados financieros.
Baroin afirmó a la prensa al término de ese encuentro que «esas medidas han funcionado, se inscriben a largo plazo, son sólidas y están hechas para durar», y hasta la fecha han provocado a su juicio «una mejora dentro de un contexto de agitación». «Conviene mantener la cabeza serena y tomar distancia respecto a los acontecimientos», indicó el ministro de Economía, para quien la evolución actual valida la estrategia económica emprendida dentro del país por el Gobierno galo.