El Ibex 35 ha cerrado la sesión con una subida del 1,49% que le ha llevado a 8.277 puntos, a pesar del discurso del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, que ha confirmado la desaceleración del crecimiento de la eurozona sin dar señales claras de una próxima bajada de tipos de interés.
El Ibex llegó a anotarse un alza superior al 2% a mediodía y se desinfló hasta las 14.30 coincidiendo con las primeras palabras de Trichet tras la reunión del consejo de gobierno, que dejó los tipos de interés en el 1,5%.
Para volver a terreno positivo, el selectivo madrileño puso los ojos en los buenos datos macro de Estados Unidos y se apoyó en el impulso de grandes valores como Repsol (+2,85%) y BBVA (+1,73%). Por su parte, Santander avanzó un 1,58% y Telefónica un 1,4%.
A la cabeza de las ganancias se colocó Abengoa (+4,67%), y en el segundo y tercer puesto se situaron OHL (+3,56%) y Gas Natural (+2,91%). En el polo opuesto, solo tres valores terminaron en pérdidas, Caixabank (-2,37%), Enagás (-0,73%) y Mapfre (-0,53%).
El Ibex lideró de lejos las ganancias entre las principales plazas del Viejo Continente. París y Londres subieron un 0,4% en ambos casos y Francfort selló la jornada casi en tablas (+0,05%), mientras al otro lado del Atlántico, el parqué neoyorquino se anotaba un 0,28%.
Con la crisis de la deuda soberana de Grecia sin resolver como telón de fondo, las primas de riesgo de España e Italia se mantuvieron por encima de los 300 puntos, en 316 y 340 puntos, respectivamente, referencias similares a las de este miércoles.
Para el analista de Threadneedle Mark Burgess, el aval dado este miércoles por el Tribunal Constitucional alemán al rescate de Grecia, que animó a las bolsas europeas, no asegura que el segundo tramo del plan se materialice, ya que no se puede dar por sentado que los griegos acepten los esfuerzos fiscales requeridos.
A su parecer, «Grecia saldrá del euro, lo que será extremadamente doloroso, como si el sistema financiero europeo tuviera un ataque al corazón». No obstante, Burgess estima que si su salida se acomete de forma coordinada, junto a una bajada de tipos en la zona euro, puede resultar positivo y permitir que los mercados «sigan adelante».
También podría servir de catalizador para que Italia y España reconduzcan adecuadamente su déficit, y evitaría que Grecia se sumiera en una prolongada depresión económica, considera.
En el mercado de divisas, el euro retrocedió posiciones respecto al dólar y al término de la sesión en el Viejo Continente, el cambio entre las dos monedas marcaba 1,3977 ‘billetes verdes’.