El representante alemán en el Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Jürgen Stark, ha presentado este viernes su renuncia al cargo por su oposición al plan de compra de bonos de España e Italia que se activó a principios de agosto para calmar los ataques en el mercado contra la deuda de los dos países.
Stark, cuyo mandato expiraba el 31 de mayo de 2014, ha informado este viernes al presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, de que dimite «por razones personales», según ha informado la autoridad monetaria en un comunicado. Seguirá en su cargo hasta que se nombre un sucesor a finales de año.
La prensa internacional atribuye en todo caso su precipitada dimisión a su desacuerdo con el programa de compra de bonos del BCE. Stark sigue así los pasos del anterior presidente del Bundesbank, Axel Weber, que también renunció a presidir el Banco Central Europeo por oponerse a la compra de bonos griegos y portugueses.
El dimisionario Stark, considerado un halcón en las políticas antiinflacionistas, se opone a la compra de bonos por considerar que desborda el mandato del BCE y borra la separación entre política monetaria y fiscal. También el actual presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha rechazado esta medida por considerar que socavará la confianza en el BCE.
Desde la reactivación del programa para ayudar a España e Italia, el BCE ha comprado 50.000 millones de euros en bonos y ha logrado rebajar la prima de riesgo de ambos países, que llegó en agosto a los 400 puntos básicos, por debajo de los 300 puntos. No obstante, en los últimos días la prima de riesgo ha vuelto a dispararse.
Tras conocer su renuncia, Trichet le ha agradecido «calurosamente» su «destacada contribución a la unidad europea durante muchos años».
La dimisión de Stark se produce en un momento especialmente complicado para el BCE por su destacado papel en la lucha contra la crisis de deuda y la inminente retirada de Trichet, que desde noviembre será sustituido por el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi.