Los ministros de Exteriores de los 27 iniciarán el lunes las negociaciones del presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020, que están marcadas por la crisis económica. España se convertirá por primera vez en contribuyente neto y su prioridad es minimizar su aportación a las arcas comunitarias, según han explicado fuentes diplomáticas.
En el actual periodo 2007-2013, España recibe unas ayudas netas de alrededor de 16.000 millones de euros, ya que aporta 74.625 millones de euros a las arcas comunitarias y recibe 90.446 millones. No obstante, en los últimos años del periodo ya se convierte en contribuyente neto, aunque con un saldo mínimo, según los datos del Gobierno.
«En el próximo marco financiero vamos a ser contribuyentes netos, la clave es cuánto vamos a tener que pagar», ha señalado un alto funcionario español. El cambio de estatus se explica no sólo por el desarrollo económico de España antes de la crisis sino también por la entrada a la UE de los países del este, mucho más pobres.
El nivel de ayudas que reciban las regiones españolas será la clave que determine si la aportación española a las arcas de la UE es mínima o asciende ya a una suma considerable, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Con los datos actuales de nivel de renta, sólo Extremadura mantendrá el actual nivel de subvenciones porque sigue por debajo del 75% de la riqueza media comunitaria.
Pero Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia podrían conservar hasta dos tercios de las ayudas actuales, ya que la Comisión ha propuesto crear una nueva categoría de «regiones en transición», que incluye a las que tienen un PIB per cápita de entre el 75% y el 90%. También Murcia quedaría catalogada como «región en transición» (su PIB está en el 85% de la media), aunque recibiría menos subvenciones que las otras tres comunidades autónomas.
«Esta propuesta es demasiado bonita para ser verdad. Va a ser objeto de un ataque frontal», avisa el alto funcionario. De hecho, Francia ya ha anunciado que pretende lograr recortes en esta partida.
España aspira además a conservar el gran volumen de ayudas que recibe de la política agrícola común (PAC). En este capítulo sí cuenta con el apoyo de París y de la Comisión, que ha propuesto que se mantengan las cifras nominales de 2013.
Finalmente, las autoridades españolas esperan conseguir abundantes fondos para gestión de fronteras e inmigración y para I+D. «En estos momentos, estas ayudas tienen más significado que el pasado porque los Estados están sometidos a exigencias de austeridad en sus presupuestos nacionales», explican las fuentes.
La discusión del lunes se centrará todavía en cuestiones muy técnicas, como la duración del nuevo marco presupuestario (7 años), la flexibilidad para trasladar partidas no utilizadas de un año a otro (España lo apoya pero no así los principales pagadores), y la estructura de las cuentas de la UE. España estará representada por el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido.
El otro campo de batalla será cómo financiar el presupuesto. La Comisión propone reducir las aportaciones nacionales directas y crear un IVA europeo y una tasa sobre las transacciones financieras. Pero estas propuestas cuentan ya con el rechazo frontal de países como Suecia, lo que impedirá que salgan adelante y obligará a buscar alternativas.
El grueso de las negociaciones tendrá lugar durante la presidencia danesa el primer semestre de 2012 y el objetivo es concluirlas a finales de ese año durante presidencia chipriota.