Los inspectores de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) regresarán este jueves a Atenas para certificar si Grecia cumple las medidas de ajuste exigidas para recibir la ayuda urgente de 8.000 millones de euros que necesita para evitar la quiebra en octubre.
«Esta decisión de la troika (formada por la Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI) se produce después de los recientes anuncios por parte de las autoridades griegas de medidas de consolidación fiscal, que constituyen un paso importante para lograr el objetivo fiscal de 2012 y situar las finanzas públicas griegas en una senda sostenible», ha anunciado el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj.
Los ministros de Economía de la eurozona celebrarán una nueva reunión extraordinaria durante el mes de octubre para «discutir la situación en Grecia» y «considerar el pago del siguiente tramo (de la ayuda) en caso de que la conclusión del examen sea positiva», ha anunciado el portavoz.
«Esto garantizará que las autoridades griegas estén en posición de atender sus obligaciones financieras», ha señalado Altafaj. El Gobierno de Atenas ha dejado claro que sin el nuevo tramo no podrá pagar pensiones y salarios en octubre y deberá suspender pagos.
El Eurogrupo celebra una reunión ordinaria el 3 de octubre, pero la Comisión ha admitido que no hay bastante tiempo para examinar las conclusiones de la troika y decidir sobre la ayuda urgente de 8.000 millones, que corresponde al sexto tramo del primer rescate aprobado en 2010.
Los inspectores de la UE y el FMI abandonaron Atenas a principios de septiembre tras constatar que las medidas adoptadas por Grecia no permitían alcanzar los objetivos de reducción de déficit pactados para 2011 y 2012. Desde entonces, las autoridades helenas han acelerado las reformas y han aprobado nuevas medidas, como una tasa inmobiliaria aprobada este martes por el parlamento griego.