Los líderes de los países de la eurozona pedirán este miércoles a España que siga adelante con las reformas en marcha para reducir el déficit e impulsar el crecimiento, pero no reclamarán nuevas medidas de ajuste antes de las elecciones del 20 de noviembre.
En el proyecto de conclusiones de la cumbre del Eurogrupo figura una referencia a España en la que los líderes europeos ya no presionan al Gobierno para adoptar más recortes, como en borradores anteriores, sino que se limitan a pedir «que siga adelante con las reformas en marcha», según han informado fuentes europeas.
En contraste, los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona sí mantendrán la presión sobre Italia para que concrete y ponga en marcha cuanto antes más ajustes. De hecho, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha dicho a la entrada de la reunión que «es una obligación que haya reformas estructurales considerables en Italia».
En las últimas horas, el foco se ha alejado de España, gracias en parte al apoyo expreso del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que dijo el domingo que España «ya no está en primera línea» de la crisis. «España e Italia ya no están en el mismo saco. El presidente Zapatero ha emprendido las reformas que prometió a sus socios, mientras que Berlusconi ha prometido cosas que luego no ha hecho», explica un alto funcionario de la UE.
En todo caso, la Comisión Europea pidió este lunes a España estar «vigilante» para tomar nuevas medidas de ajuste si se detectan nuevos desvíos respecto al objetivo de reducir el déficit público al 6% del PIB este año, aunque dejó claro que las autoridades españolas ya han hecho recortes suficientes para respetar este objetivo.
«Conviene estar vigilante en la puesta en marcha de todos los compromisos en materia de consolidación fiscal y reformas estructurales y eso significa estar preparado para tomar medidas si es necesario», dijo el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj.