La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha advertido del riesgo de que la economía global «pierda una década» de crecimiento a causa de la crisis de deuda de la eurozona. Desde el Instituto Internacional de Finanzas de Pekín, la exministra francesa ha urgido a los líderes políticos a actuar «con audacia» para evitar que la economía mundial caiga en una «década perdida».
«En mi opinión, si no actuamos juntos, la economía mundial caerá en una espiral de incertidumbre y de inestabilidad financiera que podría llevar a un colapso de la demanda global», ha dicho. En concreto, Lagarde se ha referido al «nublado horizonte» de las economías desarrolladas, que se cierne especialmente sobre las economías de la Unión Europea y Estados Unidos.
Interrogada sobre las últimas medidas acordadas por los líderes de la eurozona para solucionar la crisis regional, ha considerado que «son un paso en la buena dirección», aunque les ha instado a implementarlas con rapidez. Estas declaraciones se enmarcan en el anuncio de dimisión realizado por los primeros ministros de Grecia e Italia, George Papandreu y Silvio Berlusconi, respectivamente, presionados por la grave situación económica de sus países y por sus socios europeos.
La directora gerente del FMI permanecerá dos días en China, adonde ha llegado procedente de Rusia, país al que ha intentado convencer de que invierta en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés).
El Eurogrupo busca la ayuda de las economías emergentes para apalancar el fondo de rescate desde los 440.000 millones de euros actuales hasta el billón de euros, como acordaron en la cumbre del 26 de octubre. Si bien, el grupo de los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- prefiere contribuir a través del FMI.