El Euríbor, principal indicador al que están referenciadas las hipotecas en España, ha cerrado el mes de noviembre con una tasa del 2,044%, lo que supone un incremento de medio punto porcentual respecto al nivel que marcaba un año antes y se traduce en un encarecimiento de las hipotecas de unos 372 euros al año.
Concretamente, un usuario de una hipoteca de importe de 120.000 euros a un plazo de 25 años y un diferencial de Euríbor más el 1% al que le toque revisión ahora, verá cómo se encarece su letra mensual en unos 31 euros.
El indicador de referencia para más del 90% de las hipotecas en España ha sellado el último día de noviembre en el 2,035%, tras inaugurar el mes en el 2,111%, y según los expertos consultados por Europa Press mantendrá una ligera tendencia a la baja hasta que termine el ejercicio 2011.
La mayoría de los expertos subraya que el Banco Central Europeo (BCE) aprovechará la próxima reunión de su consejo de gobierno la semana que viene para recortar los tipos de interés en otro cuarto de punto, hasta situar el precio oficial del dinero en el 1%.
No obstante, apuntan a que los efectos de la rebaja de los tipos de interés para reactivar el crecimiento europeo ante la falta de tensiones inflacionistas no tendrá una fuerte repercusión en el Euríbor, ya que el tipo de interés al que se prestan el dinero los principales bancos europeos refleja la desconfianza reinante en los mercados financieros.
Ante la volatilidad que sufren los mercados, el Banco de España se plantea sustituir el Euríbor a doce meses por uno nuevo a cinco años que no tiene en cuenta la prima de riesgo, y así reflejar el coste del dinero a medio plazo.
Según la experta de Renta 4 Nuria Álvarez, los mercados financieros están totalmente tensos y la evolución del Euríbor no responde de manera automática a la flexibilización monetaria del BCE. «Los grandes bancos no se prestan en el interbancario», indicó a Europa Press.
No obstante, apuntó que si el instituto emisor europeo baja los tipos en su encuentro del próximo jueves sería lógico que el indicador experimentara una corrección a la baja, si bien eludió aventurar de qué intensidad.
En este sentido, agregó que el indicador sufre las tensiones del riesgo soberano europeo, y que su evolución podría estar ligada a los resultados de la próxima Cumbre europea y de su acercamiento a la solución de la crisis de deuda a través de una mayor implicación del BCE en la compra de bonos soberanos.