La Unión Europea estudia la posibilidad de incrementar significativamente su capacidad de respuesta financiera a la crisis mediante la creación de dos fondos de rescate independientes, así como a través de una mayor participación del Fondo Monetario Internacional (FMI), según informa el diario ‘Financial Times’.
Según altos funcionarios europeos, los negociadores se plantean la posibilidad de mantener activo más allá de la fecha prevista el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), dotado con 440.000 millones de euros, de modo que siguiera en vigor a mediados de 2012, cuando entraría en funcionamiento el Mecanismo de Estabilidad Financiera (ESM), dotado con medio billón de euros y con carácter permanente.
Asimismo, la propuesta que está siendo debatida por los ‘sherpas’ de cara a la cumbre europea de esta semana incluiría una aceleración de los desembolsos en efectivo para financiar dicho fondo de rescate permanente para mejorar su solvencia a ojos de las agencias de calificación.
No obstante, el diario británico señala la división existente aún entre los representantes de los distintos países, ya que algunos de los países del Norte han mostrado sus reservas a esta posibilidad, mientras que sus defensores apuntan que este doble fondo podría fortalecer el cortafuegos financiero de Europa combinado con una mayor aportación europea al FMI para incrementar su capacidad de asistencia a países en dificultades.
Bajo los planes que están siendo analizados, no es probable que el ESM cuente con los 500.000 millones de euros previstos desde su lanzamiento, previsto ahora para julio, aunque apalancando los actuales recursos del FEEF, que podrían alcanzar los 600.000 millones, y sumando los nuevos recursos del FMI y del ESM permitirían contar con el «bazuca» reclamado por el BCE y otras instituciones.
De hecho, el propio presidente del BCE, Mario Draghi, ha condicionado cualquier posible mayor implicación de la entidad en los mercados de deuda a que Europa se dote de una cortafuegos financiero creíble.
En este sentido, varios de los negociadores europeos han planteado incluso la opción de que este nuevo fondo de rescate permanente cuente con acceso a la financiación del BCE para incrementar así su «potencia de fuego», algo a lo que en principio Alemania y el propio BCE se han opuesto.