Los líderes de CC.OO., UGT, y CEOE, Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez y Juan Rosell, respectivamente, volverán a verse hoy las caras tras mantener ayer una reunión en la que se puso de manifiesto que están cada vez más lejos de llegar a un acuerdo sobre la reforma laboral, según han informado a Europa Press en fuentes de la negociación.
Según han precisado estas fuentes, se intentará hacer un documento en el que ambas partes plasmarán hasta dónde han dado de sí las negociaciones de las últimas semanas, texto que será elaborado por los técnicos de patronal y sindicatos poco antes de una nueva reunión entre el presidente de la patronal y los líderes sindicales.
En la reunión del lunes, Toxo, Méndez y Rosell intentaron acercar posturas, aunque éstas se encuentran aún muy alejadas en los temas más importantes, que son la negociación colectiva y la contratación. «Han salido con una expectativa peor que la que había cuando entraron en la reunión», resumieron ayer otras fuentes conocedoras del contenido del encuentro.
La UGT carga contra la CEOE
El encuentro que mantuvieron este lunes los dirigentes sindicales y de la CEOE estaba marcado por los resultados de la cita del pasado jueves, 5 de diciembre, en la que los empresarios pusieron sobre la mesa una propuesta para congelar los salarios en 2012 y 2013, con la posibilidad de subirlos en 2014, y en la que insistieron en el abaratamiento de los costes del despido.
Esta nueva propuesta ha sido interpretada por los sindicatos como un paso atrás hacia posiciones de máximos. De hecho, las centrales habían llegado a ofrecer a la patronal concesiones sin precedentes en los dos temas más espinosos de las negociaciones, los salarios y la contratación.
Así, según pormenorizó el secretario general de UGT, los sindicatos aceptaban salarios por debajo del IPC y transformar contratos a tiempo completo por otros a tiempo parcial. Días después, el propio Méndez ha tildado las últimas propuestas de la CEOE de «inconvenientes» y ha dicho que suponen un «vaivén» en las negociaciones.
La pasada semana, las partes se pedían más tiempo más allá de la fecha del 7 de enero, el límite entendido por todos como aproximativo que marcó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a los agentes sociales para que tuvieran un primer acuerdo sobre el que elaborar la próxima reforma laboral antes de finalizar el primer trimestre.
El siguiente plazo marcado ha sido el próximo viernes 13 de enero, en el que previsiblemente el Consejo de Ministros estudiaría un eventual acuerdo entre patronal y sindicatos. No obstante, los resultados de la reunión que celebraron ayer las partes hacen poco factible un acercamiento ‘in extremis’ de posturas.
Las que sí parecen estar más cercanas son las posiciones del Gobierno y la patronal, al menos en el calado de la reforma. Por el lado de los empresarios, el vicepresidente primero de la CEOE, Arturo Fernández, ha indicado que, por ahora, sindicatos y empresarios han llegado a «acuerdos mínimos», que no son exactamente lo que necesita España, y les ha advertido de que no es el momento de firmar una reforma laboral «escasa», sino «profunda».
En la misma línea, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha dejado claro en más de una ocasión que la intención del Gobierno es llevar a cabo una reforma en profundidad del mercado de trabajo.
En estas circunstancias, el presidente de la patronal andaluza, Santiago Herrero, ha reconocido que existen «dificultades de contenido y también circunstancias estratégicas que hay que desenvolver para llegar a un acuerdo», mientras que el presidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà, ha llegado a decir que es «difícil» que esta semana se alcance un acuerdo, por lo que ha augurado que la nueva normativa se deberá aprobar mediante un decreto del Gobierno.
Redacción