El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, descartó este martes que el Gobierno vaya a aplicar incentivos fiscales sobre el sector turístico, como una reducción del IVA, porque «no es el momento» debido a la delicada situación por la que atraviesa el país, con una desviación del déficit del 8%.
Soria reconoció que la aplicación de estos incentivos «sería bueno para el sector», pero recordó que en 2012 hay que ajustar la desviación de déficit de un 8% a un 4,4%, lo que supone unos 36.000 millones de euros, por lo que el Gobierno no tiene margen para aplicarlos.
Sobre la posible privatización de la cadena pública hotelera Paradores, Soria aseguró que por el momento no tiene estudiada su posible privatización, aunque señaló que la compañía ofrece una «oferta diferenciada» por lo que habría que potenciar su producto.
No obstante, Soria apuntó que si que se puede plantear «una mejora» en la gestión con la entrada de un actor de capital privado, por lo cual el Gobierno «no descarta» el proceso aunque aún no se ha abordado.
Preguntado por el pago a Ryanair por parte de la Generalitat para mantener las rutas, Soria mostró respeto por las decisiones competenciales autonómicas aunque se mostró contrario a este tipo de prácticas, ya que según considera, suponen «pan para hoy y hambre para mañana», pues al finalizar este tipo de pagos las compañías retiran su operativa.
Por tanto, se mostró partidario de «compañías aéreas que apuesten por España de manera estable» y que no estén vinculadas a este tipo de prácticas, que «no son buenas» para el sector. «España tiene suficientes atractivos para que vengan los turistas», apostilló.
Reformas necesarias
En cuanto a las reformas necesarias para el sector, Soria subrayó que no se trata de eliminar lo realizado por la anterior gestión, sino de crear una nueva hoja de ruta para el periodo 2012.
Entre las principales reformas a abordar es la simplificación y unificación de la legislación aplicada al turismo en las distintas autonomías al considerar que la diversificación existente afecta a la imagen de España.
«Hay que evitar distorsiones en la normativa. Soy partidario de la homogeneizar los marcos, porque creo que cuantas menos leyes pero más claras, mucho mejor», recalcó.
Por último, el ministro se mostró contrario a la aplicación de un gravamen sobre las pernoctaciones de turistas en Cataluña anunciada por la Generalitat, ya que considera que «no es manera de competir» gravar a los turistas que vienen a España. «Me parece que gravar la actividad turística no es congruente con impulsar al sector turístico», concluyó.
Aunque se mostró respetuoso con respecto a la decisión de la Generalitat, aconsejó a las comunidades autónomas que en vez de invertir en estas rutas lo hagan en la captación de turistas o en la apertura de centros de atención.
Soria se mostró ligeramente optimista con respecto al ejercicio 2012 y auguró un aumento de la llegada de turistas con respecto a 2011 aunque más moderado que este año, en que las cifras se comparan con años peores como 2009 y 2010, aunque adelantó una moderación en el gasto turístico por la ralentización del PIB de numerosos países emisores.
El ministro apostó por la fidelización de los turistas procedentes del desvío de Oriente Próximo y Norte de África a través de una mejora de la oferta y destacó que la oferta turística de España abarca «un abanico de otras posibilidades» aunque hay que seguir impulsando el turismo de ‘sol y playa’.