Segunda cita internacional en el Palacio de la Moncloa desde que Mariano Rajoy llegara al poder. Después de estar 25 días sin comparecer ante la prensa -pese a las urgentes e importantes medidas económicas anunciadas por su Ejecutivo-, el nuevo presidente del Gobierno lo ha hecho esta semana en dos ocasiones consecutivas. La primera fue este lunes, con motivo de la visita del presidente francés, Nicolás Sarkozy, con quien demostró estar en plena sintonía sobre la forma en la que Europa y sus países miembros deben de salir de la crisis. De la misma manera que ha demostrado estarlo con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, con quien el presidente Rajoy ha mantenido este martes una reunión previa a la cumbre europea del 30 de enero.
El déficit público y las reformas estructurales han sido los pilares sobre los que se ha asentado este encuentro. Ambos, principales objetivos no sólo de España, sino también del resto de Europa, tal y como ha podido confirmar Van Rompuy en la rueda de prensa posterior a la reunión que ha mantenido con el mandatario español. No obstante, y tal y como siempre suele ocurrir en este tipo de comparecencias, la atención ha recaído en otro tema más de actualidad para nosotros: la situación económica de las comunidades autónomas.
Ya hace varias semanas que palabras como déficit, techo de gasto o endeudamiento autonómico lideran el discurso político del Ejecutivo ‘popular’. En el Consejo de Ministros del pasado viernes, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció el anteproyecto de la Ley de Estabilidad y Sostenibilidad Presupuestaria con el que se establecería un techo de gasto y deuda de las autonomías, en sintonía con la reforma constitucional que PP y PSOE aprobaron el pasado mes de agosto. Y este martes, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo presentaba ante todas las comunidades autónomas, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Estos límites de gasto tendrán que ajustarse a la regla adaptada de la normativa europea que el Gobierno incluirá en la Ley, con la que se pretende imponer una serie de normas a las comunidades para que no incumplan sus objetivos de déficit.
Sobre estas normas y las consecuencias que la aplicación de las mismas puede ocasionarles a las autonomías ha sido preguntado este martes Mariano Rajoy. Ya hay varias comunidades con gravísimos problemas de financiación y liquidez, como es el caso de la Comunidad Valenciana, donde la aplicación de estas estranguladoras normas de déficit autonómico puede ocasionar más perjuicios que beneficios. Al respecto, el presidente del Gobierno ha lanzado un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que el Gobierno acudirá en auxilio de las comunidades que tengan problemas de liquidez. No obstante, sí les ha pedido un esfuerzo a cambio. «Para cumplir el déficit, lo tienen que hacer todas las Administraciones. Les vamos a pedir a las comunidades autónomas que cumplan su objetivo de gasto y, si se diera el caso, estamos dispuestos acudir en su ayuda», ha dicho el presidente español.
Control del déficit y reformas estructurales
Rajoy ha vuelto a insistir en que «España somo todos» y ha aclarado que «el Gobierno central no se desentenderá de lo que pasa en el resto del país», aunque el cómo aún lo desconoce. Lo que sí ha reiterado son los objetivos de su Gobierno: «fomentar el crecimiento económico y generar empleo». Los instrumentos para alcanzarlos siguen siendo los mismos que repite asiduamente desde que llegó al poder. En primer lugar, el control del déficit, para el que se han puesto en marcha varias medidas de urgencia, entre ellas la Ley de Estabilidad y Sostenibilidad Presupuestaria, con la que se pretende alcanzar la consolidación presupuestaria. «No se puede dejar que caiga ninguna comunidad autónoma, pero la consolidación presupuestaria de las autonomías es necesaria», ha dicho este marte el ministro de Economía, Luis de Guindos. Y en segundo lugar, las reformas estructurales, entre las que destaca la laboral y la financiera. La primera para fomentar y crear empleo; y la segunda para recuperar el crédito.
Según el presidente, ninguna de estas reformas serán aprobadas este viernes, no obstante, sí ha adelantado que estarán listas para entre el Consejo de Ministros del 27 de enero y los dos primeros del mes de febrero. Por lo tanto, Rajoy acudirá a su reunión con Angela Merkel, el próximo 26 de enero, sin cumplir con uno de los deberes que más le reclaman desde Europa: reformar el mercado laboral. Para Van Rompuy, una reforma no sólo necesaria, sino también urgente, teniendo en cuenta que España registra la tasa de paro más alta de toda Europa. No obstante, el presidente del Consejo Europeo ha insistido en que las medidas adoptadas por Rajoy son las adecuadas, van en la buena dirección y cumplen con los principales objetivos europeos: consolidación fiscal y fomento de empleo.
Elsa Sardina Vejo