Spanair, que presentará este lunes concurso de acreedores, está estudiando las medias legales oportunas para buscar la mejor solución para sus trabajadores a pesar de que «será complicado que puedan recolocarse dada la actual coyuntura económica», según ha informado el portavoz de compañía, Jordi Juan, en una entrevista a RNE, recogida por Europa Press.
Después de que anunciara su cierre el pasado viernes 27 de enero, un total de 2.400 trabajadores directos, que junto con los de Newco sumarían 4.000, estarían a la espera de ver qué sucede con su futuro tras la decisión de cesar su actividad.
En este sentido, la empresa de servicios aeroportuarios, Newco, que realizaba hasta este viernes las operaciones de ‘handling’, ha asegurado que esta situación «está repercutiendo en los trabajadores», por lo que ha pedido al sindicato UGT ayuda para «salvaguardar la viabilidad de la empresa». Así lo ha expresado la representante sindical en la empresa, María Teresa González Martínez, en un comunicado al que ha tenido acceso Europa Press.
«Nos hubiera gustado cerrar la compañía, porque evidentemente era un fracaso total, pero no de este modo», ha señalado el portavoz ante esta situación precipitada que ha dejado a muchos pasajeros en tierra; aunque «gracias a la coordinación entre Aena, el resto de aerolíneas y el Gobierno todo ha sido más sencillo».
Con previsión de que este lunes la jornada sea más complicada, el primer objetivo que se ha marcado Spanair ha sido el de recolocar a los pasajeros, así como asegurar la devolución del importe del billete para lo que ha iniciado conversaciones con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y las agencias de viaje.
Situación precipitada, medida desesperada
Con la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona como socios mayoritarios de Spanair, Jordi Juan ha recalcado que esta decisión no ha sido tomada únicamente por estos dos organismos sino «en la sede de un consejo de administración del que ambos forman parte junto con otros inversores privados».
A pesar de que la finalidad era llevar a cabo un ‘cierre tranquilo’, después de analizar la situación económica a la que se enfrentaba la aerolínea, este se ha producido ‘bruscamente’ pese a los esfuerzos realizados por buscar inversores externos -Qatar Airways- después de que la Generalitat se negara a seguir inyectando más dinero.
«En diciembre llegamos aun acuerdo que parecía definitivo con Qatar por eso Spanair aguantó», ha añadido Juan. Sin embargo, la reclamación presentada con la asociación de compañías de ‘low cost’ ante Bruselas hizo que la qatarí se retirara ante la posibilidad de tener que devolver el dinero invertido por la Generalitat.
«Lo mejor hubiera sido esperar un par de meses, pero la falta de inversores y de liquidez lo ha precipitado», añadió. «No contábamos que la crisis fuera tan fuerte ni con que la subida del fuel supusiera un desembolso del 30 millones de euros durante el pasado año», ha lamentado Jordi Juan.
Redacción