Las entidades financieras que decidan fusionarse deberán presentar un plan de viabilidad económica y medidas de gobierno corporativo antes del próximo 30 de mayo, al tiempo que el Gobierno les exigirá compromisos para ampliar o «al menos» mantener la concesión de crédito hacia la economía.
Así lo anunció el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en rueda de prensa para adelantar el decreto ley que prevé aprobar el Consejo de Ministros este viernes. El ministro justificó este plazo en el objetivo de posibilitar una integración «rápida y eficiente».
De Guindos admitió por ello que los procesos de concentración se deberán culminar en plazos «extremadamente» reducidos. Una vez que las entidades presenten al Gobierno sus proyectos de fusión, el Ministerio de Economía tendrá un mes para dar su luz verde.
El titular de Economía avanzó que la integración de entidades finalizará el próximo 1 de enero de 2013. Como medida para incentivar las fusiones, el Ejecutivo permitirá que las entidades objeto de fusión acometan los saneamientos exigidos durante dos ejercicios, y no hacerlo en un año como el resto del sector. Y además estas entidades podrán ejecutar el saneamiento contra patrimonio y no sólo contra resultados.
Ahora bien, De Guindos aclaró que las integraciones tendrán que elevar los balances un 20%, aunque en algunos casos podrán ser un 10%, y descartó que se realicen a través de las fórmulas de fusiones frías (SIP). «Deberán ser a través de fórmulas societarias», explicó.
Si las fusiones necesitan ayudas, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) facilitará financiación articulada a través de bonos convertibles contingentes, los conocidos vulgarmente como ‘cocos’.
Se refuerza el capital del FROB hasta 15.000 millones
Para intentar afrontar la solicitud de ‘cocos’ y así completar fusiones, el Gobierno eleva la dotación patrimonial del FROB hasta 15.000 millones de euros, con lo que reforzará su capacidad de endeudamiento. «El Gobierno pondrá muchísima atención en los planes de saneamiento y en los gobiernos corporativos», garantizó.
«La reforma pretende entidades viables y un saneamiento rápido», afirmó el ministro, quien enfatizó que esta reestructuración del sector financiero español se llevará a cabo «sin recursos públicos».
De Guindos aclaró que estas condiciones a las fusiones se harán extensibles también a los procesos iniciados desde el 1 de septiembre de 2011, por lo que el Banco Popular podrá acogerse a las mismas para absorber Pastor.
Preguntado sobre el número de entidades idóneas, el ministro sentenció: «No hay cifras mágicas, buscamos entidades más eficientes y saneadas», y descartó que la reestructuración vaya a acabar en un oligopolio.
«El número de entidades resultantes va a garantizar la competencia», afirmó, para después constatar una realidad: «Ahora hay entidades que no tienen capacidad de competir. El número de entidades no garantiza la competencia».
Con todo, De Guidos se mostró seguro de que estas medidas de saneamiento fortalecerán el sistema financiero español en las actuales circunstancias. «Es un paso importante», sostuvo.
Saneamiento de la banca
Dd Guindos, en rueda de prensa para adelantar el decreto ley que prevé el Consejo de Ministros este viernes, y afirmó que estas entidades deberán impulsar el saneamiento de sus balances durante dos ejercicios.
De acuerdo con las líneas maestras de la reforma, que no requerirá de recursos públicos, la banca española deberá sanear sus cuentas por la exposición al ladrillo con 50.000 millones contra resultados en un único año, aunque las entidades que participen en procesos de fusión contarán con unas condiciones más flexibles.
Estrella Digital/EP