El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado este lunes tras reunirse con los dirigentes de UGT y CCOO que el Grupo Parlamentario Socialista está estudiando la posible inconstitucionalidad de algunos elementos incluidos en la reforma laboral aprobada el pasado viernes, aunque ha matizado que sólo acudirá al Tribunal Constitucional (TC) si hay «razones sólidas para ello».
«Desde luego, si nuestros servicios jurídicos detectan algún vicio de inconstitucionalidad iremos al TC. Hay alguna duda con el contrato de emprendedores, lo estamos mirando, y si hay razones sólidas iremos, pero sólo así. No vamos a poner al TC ante la necesidad de opinar sobre la reforma sólo porque tenga buena lectura en la prensa. Pero si hay razones suficientes y sólidas iremos», ha afirmado.
Entre las causas que finalmente podrían llevar a los socialistas a adoptar esta vía, Rubalcaba ha citado «dos elementos de preocupación»: el «abaratamiento del despido» y la «ruptura del equilibrio» existente hasta ahora en la negociación laboral entre trabajadores y empresarios.
Así, el socialista ha vuelto a insistir en que «el despido se abarata» lo que, a su juicio, creará «más desempleo» a la luz de las previsiones de recesión económica para este ejercicio. «Es una ecuación que no tiene ningún tipo de duda», ha dicho.
Con respecto al equilibrio en las relaciones laborales, que «existía desde la aprobación de la Constitución» y que constituía el «nudo gordiano» de las relaciones laborales, Rubalcaba ha alertado de que su ruptura puede hacer peligrar «la paz social» que, según le ha advertido al Gobierno, «también es productividad y competitividad».
«Este equilibrio se rompe claramente a favor de los empresarios. Si hubiera que hacer alguna definición de este real decreto sería sencillo: los empresarios ganan poder y de qué manera en relación a los trabajadores», ha zanjado.
Nuevo contrato para indefinidos
También ha coincidido Rubalcaba en alertar contra el nuevo contrato indefinido para emprendedores, que «hubiera podido ser un buen contrato» pero que «se ha pervertido» al incluir un periodo de pruebas de un año, tras el cual el joven contratado puede ser despedido «sin un duro de indemnización».
«La tentación de un empresario de sustituir a los 364 días a un trabajador sin que le cueste un duro es enorme. Debajo de este contrato se refugiarán todos los contratos temporales, que sí tienen indemnización, así que por qué se van a mantener. Las consecuencias de este contrato es que es un mecanismo de incentivación del despido libre», ha reiterado.
Además de esto, según Rubalcaba, la inclusión de beneficios fiscales para quienes contraten jóvenes de hasta una edad, que sólo puedan acogerse empresas de medio centenar de trabajadores o que se pueda usar parte del paro en lugar del salario llevarán a una «discriminación» de unos trabajadores frente a otros. «Siempre se elegirá al que tiene ventajas adicionales», ha dicho Rubalcaba.
Finalmente, también ha reprochado al presidente, Mariano Rajoy, que negara en la campaña electoral algo que ahora «se consagra con cierta claridad», como es que «las pequeñas y medianas empresas se irán marginando poco a poco de la negociación colectiva».
Malas formas
También ha vuelto a criticar las formas de aprobación de la reforma, «la primera de tanto calado que no tiene ninguna negociación o contacto previo con los sindicatos» y que supone «romper una práctica de la democracia» española.
«Es una reforma de calado pero, desgraciadamente, su calado es muy negativo, es injusta, da un poder casi omnímodo a los empresarios, y será ineficaz porque incentivar el despido en épocas de crisis favorece el despido y crea más desempleo y generará tanta inseguridad en los trabajadores que no ayudará para nada a la demanda», ha concluido.
Por ello, ha explicado que el Grupo Socialista presentará «una batería de enmiendas» para «intentar corregir la mayoría, ojalá, de los errores e injusticias que contiene», ha zanjado, anunciando que en cualquier caso el PSOE votará en contra de este texto.
Finalmente, ha indicado que él no irá a las manifestaciones convocadas el domingo por los sindicatos contra el texto de la reforma pero que «es probable» que algún dirigente socialista sí acuda representando al partido, al margen de quienes vayan a título personal.
Además, aunque se ha limitado a remitirse a las palabras de la vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, sobre la crisis del partido en Sevilla, Rubalcaba sí ha dejado claro que la reunión con los sindicatos estaba acordada con anterioridad a la presentación de la reforma, dentro de la ronda de contactos que está manteniendo desde que fue elegido líder del PSOE y que continuará el miércoles con Rajoy y el jueves, con el presidente de la CEOE.
Estrella Digital/EP