Los clientes afectados por el cierre de Spanair aún no han recuperado el dinero de sus billetes. Es más, podrían pasar años hasta que el importe sea reembolsado.
El último capítulo de la historia es que la Administración Concursal que se encarga de la compañía ha notificado a la asociación de agencias de viajes de Cataluña que no devuelva el dinero de los billetes a los clientes. Cantidades que las agencias tienen en su poder y están dispuestas a reembolsar a los afectados.
Según el portavoz de la Asociación General de Consumidores, Jian Bernard Audureau, la Administración Concursal de Spanair considera que el dinero de los billetes “es capital de la compañía” y, por eso, “en cuestión de días” los clientes se convertirán en acreedores de la aerolínea. Por eso, AGESCO “exige” a la Administración que permita a las agencias devolver el dinero.
“Nosotros consideramos que un concurso de acreedores no es apto ni viable para los clientes”, afirma Audureau, “porque es complicado”. Y tanto que lo es. Por un lado, no recibirían la cuantía total del billete, “sino solamente el 80%”. Tampoco percibirían nada por daños y perjuicios. Es decir, la mayoría de los clientes de la compañía no compraron sólo el pasaje, además contrataron un hotel, o alquilaron coches en los destinos, etc. Lo que les supuso estas operaciones no lo recibirán si pasan a formar parte de los acreedores de Spanair, “sólo les pagarán el billete”.
Y, por último, hasta que se resuelva el concurso de acreedores de Spanair “pueden pasar años”, afirma el portavoz de ASGECO. Un ejemplo muy cercano lo encontramos en el caso de Air Madrid, cuyo cierre se produjo en diciembre de 2005 y sus clientes acaban de conocer que la Administración Concursal les reembolsará el 100% del billete el día 7 de enero de 2013. Esto es, ocho años después de la quiebra de la compañía.
Creación de un fondo de seguridad
Desde AGESCO creen que la solución al conflicto es “mucho más fácil”. “Si yo contrato un servicio que luego no me prestan, me devuelven el dinero y listo. Como si no hubiera comprado nada”, afirma el portavoz de la asociación. “Es lo más natural, pero no lo más jurídico”.
Según Audureau, el problema es que lo jurídico se hace “mirando el interés de la Administración Concursal y los proveedores”. De ahí que AGESCO pida la creación de un “fondo de seguridad” para que, cuando quiebre una compañía, “se reembolse el dinero de los billetes a los clientes” y, después, se pidan los daños y perjuicios “a través de la Justicia”.