Las administraciones públicas cerraron el año 2011 con un déficit de 91.344 millones de euros, el 8,51% del PIB, lo que supone una desviación de más de 2,5 puntos respecto a lo previsto por el Gobierno socialista (6%), según ha anunciado este lunes el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. La cifra supone una reducción de menos de un punto respecto al déficit registrado en el año 2011, cuando se situó en 98.166 millones de euros, el 9,33% del PIB.
En concreto, todas las administraciones cerraron en ‘números rojos’. Así, el déficit del Estado alcanzó los 54.739 millones de euros, el 5,1% del PIB, frente al 4,8% previsto inicialmente, lo que supone un desfase de tres décimas. En 2010, el Estado registró un déficit del 5,72% del PIB. Por su parte, la Seguridad Social registró un déficit de 995 millones de euros, el 0,09%, frente al superávit previsto del 0,4% del PIB. Esta cifra supone una mejora respecto al 2010, cuando esta admnistración registró un déficit del 0,2% del PIB.
Las comunidades autónomas registraron un desequilibrio de 31.451 millones de euros, el 2,94% del PIB, frente al 1,3% previsto anteriormente. En 2010, la administración autonómica tuvo un déficit del 2,94%. Las autonomías que registraron más déficit en 2011 fueron Castilla-La Mancha (7,30% del PIB), Extremadura (4,59%) y Murcia (4,33%). A continuación se situaron Cantabria (4,04%), Baleares (4%), Cataluña (3,72%), Comunidad Valenciana (3,68%), Asturias (3,64%) y Andalucía (3,22%).
Por debajo del 3% se quedaron Aragón (2,88%), País Vasco (2,56%), Castilla y León (2,35%), La Rioja (1,97%), Navarra (1,89%). Finalmente, las que tuvieron un menor desequilibrio fiscal fueron Canarias (1,78%), Galicia (1,61%) y Madrid (1,13%), esta última la única que cumplió el objetivo.
Cifras provisionales
Por su parte, las corporaciones locales contabilizaron un déficit de 4.069 millones de euros, el 0,38% del PIB, 0,08 puntos por encima de la cifra estimada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (0,3%). En 2010, el déficit de estas administraciones fue del 0,48% del PIB.
Montoro ha asegurado que los datos aún son «provisionales» y ha recordado que el Banco de España dará sus cifras de cierre a finales de marzo. Además, ha admitido que está preocupado por los datos de algunas comunidades -entre ellas Andalucía por la proximidad de los comicios– y que la desviación de la Seguridad Social es «inquietante».
A pesar de los desfases, el ministro no ha querido responsabilizar «exclusivamente» a ninguna administración, aunque sí ha dicho que el Gobierno del PP no estaba en La Moncloa el año pasado. «Si quiere un responsable mire a los que habitaban esta casa en 2011», ha dicho.
En cualquier caso, ha resaltado el objetivo político «primordial» de reducir el déficit, aunque no ha querido desvelar las medidas que tomará el Gobierno para conseguirlo en el marco de los Presupuestos que presentará a finales de marzo, que se basarán en una política presupuestaria «realista y factible».
El Gobierno no aspira a flexibilizar el 4,4%
«El Gobierno está comprometido con la senda de austeridad», ha subrayado, tras asegurar que la reducción tiene que ser «lo más acelerada posible» para alcanzar antes la recuperación económica y la creación de empleo. «No porque tengamos un examen eterno de alguien que nos vigila, sino porque nos conviene como país», ha dicho.
En este sentido, no ha querido dar una nueva cifra de déficit para el año 2012 y se ha limitado a decir que el Ejecutivo no aspira a flexibilizar el 4,4% comprometido con Bruselas. «El término flexibilizar o relajar está prohibido», ha dicho, tras asegurar que lo que necesita España es reconocer dónde está en términos presupuestarios y económicos.
Además, ha cargado contra aquellos que insinuaron que el Gobierno había exagerado las cifras de déficit y ha dicho que los que lo hicieron son «completos desconocedores» de la estadística contable de España, que está al «primer nivel» dentro de Europa. «Una cosa es aplicar políticas que no consigan los objetivos y otra es dudar de la estadística», ha dicho, tras asegurar que el Gobierno no exageró «nada» y considerar «lamentable» esta información, por lo que dijo que había que ser «más cauto» a la hora de hablar de estos temas.
Estrella Digital/EP