lunes, noviembre 25, 2024
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Rajoy justifica el nuevo objetivo de déficit del 5,8% por la «difícil» situación española

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Bruselas ha sido el escenario elegido por Mariano Rajoy para hacer el anuncio económico más importante de lo que llevamos de año. Finalmente, y tal y como varias fuentes gubernamentales habían ido adelantando, habrá cambio en el objetivo de déficit para 2012. La nueva cifra que manejará el Gobierno ‘popular’ para elaborar los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) -que serán aprobados el 30 de marzo- será del 5,8%, es decir, 1,4 puntos superior al compromiso inicial que Zapatero adquirió con Bruselas.

Lejos queda ya el famoso 4,4% que tantos quebraderos de cabeza han ocasionado al anterior y actual Gobierno de España. La desviación presupuestaria de los 2,5 puntos que anunció el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la semana pasada; unida a la más que inminente recesión en la que se encuentra nuestra economía, no han dejado más margen de maniobra. O se modificaba el objetivo de déficit inicial, o bien el Estado español corría el riesgo de colapsarse.

Por el momento, el crecimiento económico y la creación de empleo seguirán siendo los principales objetivos del Gobierno de Rajoy. Así lo ha confirmado el propio presidente en la rueda de prensa posterior al Consejo de Primavera que acaba de concluir en Bruselas. «Las circunstancias obviamente han cambiado», ha reconocido el presidente, que también ha aprovechado esta comparecencia para insistir en que el «obligatorio» compromiso que España adquirió con Bruselas del 3% en 2103, sí se va a cumplir.

Lo que aún no sabemos es lo que pensarán nuestros «colegas» europeos sobre este cambio en las previsiones iniciales. Para Bruselas, el 4,4% sigue siendo la cifra oficial. Y según ha confirmado Rajoy, hasta mayo no lo sabrán, cuando España presente el Plan de Reformas y el Programa de Estabilidad a Europa. «Nosotros estamos cumpliendo con el procedimiento», ha recordado el líder del Ejecutivo. El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el cuadro macroeconómico, el objetivo de estabilidad y el techo de gasto; y a continuación, el 30 de marzo, se presentarán los presupuestos para este 2012. «Estoy cumpliendo con lo que dije en el debate de investidura», se ha defendido Rajoy.

Una defensa que, junto a los recortes y a las reformas hechas y previstas, pretende constituir el núcleo duro del argumentario que Rajoy dará a la Comisión Europea para justificar esta desviación del objetivo de déficit. Hasta junio, el Consejo Europeo no presentará sus recomendaciones, así que por el momento, el presidente español apela a la «soberanía» de nuestro país para explicar esta decisión. «No he consultado a los líderes europeos. No tengo que hacerlo. Es una decisión soberana de España», ha advertido Rajoy.

No obstante, y teniendo en cuenta el hermetismo del Consejo a hablar de flexibilización, no había margen para mucho más. “Los Estados sometidos al escrutinio de los mercados deben cumplir sus objetivos y estar listos para poner en marcha nuevas medidas de consolidación si fuera necesario». Así de contundente se ha mostrado Europa. Y es por lo tanto, en este contexto, en el que el Ejecutivo español ha tenido que tomar decisiones. Entre ellas, la inminentemente aprobada: romper el acuerdo inicial con Bruselas de ajustar el déficit español en 2012 al 4,4%, y relajarlo hasta el 5,8%. Una medida que, según ha explicado Rajoy, no se trata de un «incumplimiento», puesto que la nueva cifra continúa estando dentro de los márgenes del Pacto de Estabilidad. «Si no fuera así, no lo hubiéramos hecho», ha zanjado el líder del Ejecutivo.

La situación de España continuará siendo «difícil»

Rajoy también ha aprovechado su intervención de este viernes para lanzar una advertencia: «La situación de España no es buena, y las previsiones con las que contamos tampoco». Según el presidente, es importante cambiar la política economía y sentar unas bases sólidas de cara al futuro. «El último dato del paro de febrero sigue siendo desolador», se ha lamentado Rajoy, que cada vez tiene más claro que sólo corrigiendo el déficit no se cambiará la situación. 

Ha sido precisamente en este contexto en el que ha salido en defensa de sus reformas. Unas reformas, en definitiva, «necesarias», que se enmarcan dentro de los objetivos europeos y que a todas luces serán claves para demostrar la buena «voluntad» de nuestro país.

Con ellas y algunos recortes más -como por ejemplo en el sector público-, Rajoy pretende que en junio, la UE se apiade de España y no le saque los colores por no elaborar unos presupuestos ceñidos al 4,4% inicialmente pactado. Por el momento, el Gobierno está tranquilo. La decisión ya está tomada. Una decisión controvertida, a la par que imprescindible si «queremos volver a situarnos en la senda del crecimiento», tal y como ha explicado el presidente español.

Las claves del Consejo de Primavera

En realidad, el motivo por el que Rajoy comparecía este viernes en Bruselas, es decir, presentar las conclusiones del último Consejo Europeo, ha pasado totalmente desapercibido en medio de toda la marabunta informativa sobre el nuevo objetivo de déficit público. No obstante, el líder del Ejecutivo no ha querido perder la perspectiva, y al inicio de su comparecencia ha citado los temas de mayor relevancia para los presidentes europeos.

En primer lugar, y como no podía ser de otra forma, ha anunciado la firma del Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la Unión Económica y Monetaria, o también conocido como «Pacto Fiscal». Con él ya en vigor, se pone en marcha una de las máximas que el Gobierno de Rajoy lleva aplicando desde que llegó al poder: austeridad y sostenibilidad en las cuentas públicas. «No deberíamos de vivir por encima de nuestras posibilidades», ha advertido el presidente español. Con este pacto, se obligará a los 25 estados firmantes (se han quedado fuera Reino Unido y Polonia) a cumplir la llamada «regla de oro». Una medida, a juicio de Rajoy, con la que se mantendrán las cuentas saneadas y se permitirá mantener el estado de bienestar.

Y en segundo lugar, ha detallado los temas más destacados en clave de política exterior. Siria y Serbia han ocupado gran parte de la atención de los líderes europeos. Sobre Siria, Rajoy ha trasladado la opinión unánime del Consejo: «Dura y enérgica condena al régimen sirio». Según el líder del Ejecutivo español, Bashar al Assad no está respetando los Derechos Humanos y por ello, desde Europa, se apuesta por seguir las recomendaciones de la Liga Árabe que apuesta por articular un proceso de democratización creíble en la región. Con respecto a Serbia, Rajoy ha dicho que los 27 han dado el visto bueno a que adquiera la condición de candidato a ingresar en la UE. Decisión que el presidente español ha aplaudido con un canto al optimismo: «Pese a las dificultades por las que atravesamos, para muchos países, Europa sigue siendo un proyecto atractivo».

Elsa Sardina Vejo (Enviada especial)

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