El Fondo Monetario Internacional (FMI) podría estar decidido a limitar su contribución al segundo paquete de rescate financiero destinado a Grecia y reducirla, en comparación con anteriores rescate europeos, como respuesta a las presiones realizadas por parte de Estados Unidos y otros miembros para evitar una excesiva implicación del FMI en la crisis de la deuda europea.
Según han precisado dos personas conocedoras de este asunto consultadas por el diario estadounidense ‘The Wall Street Journal’, en concreto, el FMI está valorando la posibilidad de aportar entre 18.000 y 21.000 millones de euros de los 130.000 millones euros del segundo rescate a Grecia. La decisión final se tomará en la reunión del comité ejecutivo del FMI que está previsto que se celebre el próximo 13 de marzo.
De esta forma, el FMI podría disminuir su implicación en los rescates realizados con anterioridad a Grecia, Portugal e Irlanda, prefijada en un tercio del montante final, cuyo monto restante es aportado por la eurozona.
Fuentes próximas a este asunto han esgrimido que el FMI incluso podría proveer 10.000 millones de euros de aquellos fondos aún sin pagar del primer préstamo extendido en 2010, lo cual supondría limitar su contribución final a entre 8.000 y 10.000 millones de euros.
Este cambio en la política del FMI para con la crisis de la eurozona ha sido propulsada por varios miembros del organismo internacional, entre ellos, Brasil, que, en representación de otros ocho países miembro del Fondo, ha reclamado una mínima contribución al segundo rescate a Grecia, según ha afirmado otra fuente cercana a esta situación.
No obstante, no se descarta que el FMI aumente su contribución, siempre a condición de que Alemania impulse el fondo de rescate europeo de carácter permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE). De hecho, el pasado fin de semana, el G-20 hizo un llamamiento a Berlín a que acepte la fusión del MEDE con el fondo de rescate temporal, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), a modo de «cortafuegos». El Gobierno encabezado por Angela Merkel desestimó tal posibilidad, lo que ha reforzado la hipótesis en el seno del Fondo de que Alemania no concretará su respuesta a las peticiones del FMI para el 13 de marzo.
«Es un escenario hipotético que no se espera que ocurra, salvo que Berlín cambie su posición», ha sostenido esta fuente, en referencia a un aumento de la inversión del FMI en el rescate griego. Sin embargo, la decisión del FMI también dependerá del resultado del canje de la deuda helena en manos de los tenedores privados. El canje de la deuda griega reducirá el montante en poder de los tenedores privados, unos 200.000 millones de euros, en cerca de la mitad, unos 107.000 millones de euros.
Asimismo, el FMI respalda en los mismos términos la propuesta del G-20 que aboga por el establecimiento de un fondo de rescate dirigido a la eurozona, cuyo monto ascendería a los 2 billones de dólares (1,5 billones de euros), que implica la fusión del MEDE y el FEEF.
La implementación oficial del segundo rescate financiero a Grecia y el consenso esgrimido por el Eurogrupo no ha amainado el escepticismo creciente entre los inversores y las agencias de calificación estadounidenses sobre el futuro de la estabilidad helena. De hecho, Standard & Poor’s rebajó el lunes la calificación de la deuda griega a «‘default’ selectivo», mientras que Moody’s degradó el pasado viernes al máximo sus bonos, situando a Atenas al borde de la bancarrota.