Repsol YPF plantará cara e iniciará un largo proceso judicial para poner fin a la última ocurrencia de Cristina Fernández de Kirchner, quien está estudiando nacionalizar la compañía antes de verano para cuadrar sus cuentas públicas.
El fracaso de la política energética del Gobierno de Cristina Fernández ha llevado a la presidenta argentina a buscar un culpable del encarecimiento de la energía en el país. Por ello, la única salida que ve la Casa Rosada a su incompetencia en la gestión energética es la posible nacionalización de Repsol YPF.
El diario oficialista argentino Página 12 ha filtrado que la presidenta argentina está estudiando diferentes vías para nacionalizar Repsol YPF esta misma primavera.
Según el columnista Horacio Vrbitsky en su artículo El General Invierno, «Repsol YPF exacerbó la exportación de hidrocarburos ya explorados por la YPF estatal, sin reponer ni siquiera uno de cada cinco barriles extraídos. Esta racionalidad empresarial permitió monetizar reservas, que la compañía de accionistas españoles utilizó para invertir en otros países de Norte y Sudamérica y en el norte de África».
El problema principal es un agujero en la factura de la energía del Gobierno argentino, ya que, según la Casa Rosada, Argentina se vio obligada a importar petróleo y gas por un valor de 5.000 millones de dólares el año pasado.
«La factura energética para los cuatro años del mandato presidencial de Cristina oscilaría entre 28.000 y 38.000 millones de dólares. Este costo golpearía en forma directa las cuentas públicas», asegura el artículo. La presidenta argentina quiere equilibrar las cuentas mediante la nacionalización de la petrolera.
El artículo señala la posibilidad de que se lance una OPA esta misma primavera. «Antes de que llegue el frío (21 de junio) el Ejecutivo de Cristina Fernández se propone retomar el control de YPF». Lo más probable es que el parlamento argentino acabe declarando a la compañía de «utilidad pública» y después el Estado hará una OPA «hostil en el mercado», asegura.
De esta forma, el Gobierno de Kirchner quiere reducir la capitalización de Repsol YPF para poder hacerse con su control a un menor precio.