Únicamente el 20% de las empresas españolas gestionan de forma eficiente la financiación de I+D+i, según una encuesta elaborada por Lowendalmasai.
El estudio incluye a 120 grandes empresas nacionales, de las que un 8% no usa ningún tipo financiación pública para su innovación. Sin embargo, las deducciones fiscales son un dispositivo más utilizado, ya que el 80% de los encuestados recibe algún tipo de deducción fiscal por destinar ciertos recursos a la innovación.
En palabras de Laura Delgado, Manager de Financiación de la Innovación de Lowendalmasaï, esto puede deberse a que «es uno de los incentivos con más años de existencia» (desde 1995), además de que «es compatible con otros incentivos».
La falta de información también supone en ocasiones un problema, ya que se puede malinterpretar la legislación y llevar a la creencia de que hay incompatibilidades entre las bonificaciones de la Seguridad Social por personal investigador y las deducciones. Si se solucionara este problema de información, se registraría un incremento en el uso de este tipo de bonificaciones. Además, la normativa confusa y la falta de recursos son las principales causas de una gestión insuficiente. Esto se debe a las continuas modificaciones y distintas interpretaciones que se hace de la normativa, y la inseguridad por parte de las empresas a la hora de aplicarla.
El estudio también informa de los problemas que pueden surgir a raíz de los recortes del Gobierno. En palabras de Delgado, «la innovación es la única vía para ganar competitividad en un mercado global», por lo que los recortes supondrán el fracaso de muchos proyectos que no conseguirán financiación. ¿Una solución viable? Que el Gobierno siguiera fomentando y mejorando el esquema de deducciones fiscales, ya que permite grandes ahorros a las empresas y por tanto, la continuidad de la innovación.