La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha revisado fuertemente a la baja su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto de España (PIB) para 2012, hasta una contracción de la economía del 1%, debido a la caída de la demanda doméstica y al deterioro de las condiciones del mercado laboral.
En su anterior previsión realizada en diciembre, la agencia esperaba que la economía española se estancara este año, mientras que preveía un crecimiento del 1% en 2013, cifra que ha reducido ahora hasta una décima.
En la última edición de su informe ‘Global Economic Outlook’, la agencia destaca que el comportamiento de la economía española en el cuarto trimestre de 2011 fue peor del que preveía, ya que se contrajo tres décimas en vez de una.
Así, destaca que un entorno exterior más débil y un desempleo récord hicieron que el consumo privado y las importaciones se contrajeran más rápido de lo que preveía la agencia, en concreto un 1% y un 6,5%, respectivamente.
«Un crecimiento más débil en el cuarTo trimestre significa que Fitch prevé ahora que la economía española entrará en recesión en 2012, con una contracción económica del 1%, antes de repuntar un tasa positiva del 0,1% en 2013», añadió.
En este sentido, añade que las profundas medidas de austeridad, en un entorno en el que tanto los hogares y las empresas se enfrentan a elevados niveles de deuda y a limitaciones en los canales de crédito, supondrán riesgos a la baja en la demanda doméstica.
Respecto al desempleo, la agencia prevé que pase del 21,7% en el que cerró el año pasado hasta un 24% en 2012, para luego descender al 22,5% en el próximo ejercicio.
Crecimiento mundial
Por otro lado, Fitch ha revisado de forma marginal a la baja su previsión de crecimiento de la economía mundial, que en 2012 crecerá un 1,1% y en 2013 un 1,8%, y señala que, aunque el escenario base prevé una modesta recuperación, los riesgos en el corto plazo para la economía global se han aliviado en los últimos meses.
El director del equipo de deuda soberana de Fitch, Gergely Kiss, señala que la eurozona registrará el comportamiento más débil de las principales economías del mundo, ya que se contraerá dos décimas en 2012 y crecerá solo un 1,1% en 2013.
«Las considerables medidas de austeridad fiscal y los persistentes efectos en la economía real de la fuerte limitación de las condiciones del crédito siguen siendo los obstáculos claves para el crecimiento», añade Kiss.
En concreto, prevé que la economía italiana se contraiga un 1,6% en 2012, mientras que el PIB de Alemania y Francia crecerá este año siete y cuatro décimas, respectivamente.
En contraste con los problemas de Europa, la recuperación en Estados Unidos ha ganado impulso en los últimos trimestres y el crecimiento se ha visto respaldado por una mejora del mercado laboral más sólida de la prevista. Así, ha elevado del 1,8% al 2,2% su previsión de crecimiento para este año y mantiene en el 2,6% la de 2013.