El miembro español del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González Páramo, ha afirmado que la recaudación proyectada en los presupuestos generales del Estado para 2012 podría no cumplirse si no se materializa la senda de crecimiento prevista.
«La proyección de ingresos públicos depende de una determinada senda de crecimiento que no necesariamente podría cumplirse», dijo González Páramo, tras advertir de que las cuentas públicas de 2012 apenas albergan la capacidad de asumir «desviaciones desfavorables» respecto al escenario contemplado.
«No hay margen para tener en cuenta desviaciones desfavorables y siempre es muy importante tener en cuenta ese margen», indicó el consejero ejecutivo del BCE, para quien el mercado está a la espera de que España dé más pasos hacia la consolidación fiscal.
Al mercado «le gustaría ver un progreso en el compromiso de estabilidad presupuestaria de la autoridades españolas», lo que contribuiría a mejorar su confianza en el país, enfatizó González Páramo.
El responsable del organismo que preside Mario Draghi reconoció que el Gobierno de Mariano Rajoy ha empezado su andadura «con la peor herencia», la de la desviación de los objetivos presupuestarios, nada más estrenar la legislatura, si bien ha adoptado muchas medidas en poco tiempo.
Ante este panorama, González Páramo confió en que el Ejecutivo español logrará cumplir con los objetivos de déficit marcados para el presente ejercicio, aunque abogó por un mayor control de las cuentas de las comunidades autónomas, y no se pronunció sobre los objetivos de 2013. «Las finanzas regionales son una caja negra que cada vez que la abres da malas noticias», ilustró.
Reforma laboral, base de la recuperación
Por otro lado, valoró que la reforma laboral del Gobierno ha ido más lejos de las expectativas de muchos y «será la base de la recuperación» futura de la economía española.
A su parecer, el diagnóstico del Ejecutivo sobre las dificultades que afronta España es el correcto y se han adoptado muchas medidas en poco tiempo dirigidas a solucionar las raíces de los problemas económicos, a través de medidas en el ámbito laboral, financiero y fiscal.
No obstante, el miembro del consejo de gobierno del BCE apuntó a que aún queda margen de actuación en materia de liberalización, tanto en los sectores del comercio como de la energía.