«Estoy encontrando partidas maravillosas para recortar». Seis palabras que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre pronunciaba en una entrevista en la Cadena Ser. Seis palabras que este jueves el portavoz de Izquierda Unida, Gregorio Gordo, repetía para preguntar a Aguirre cuáles son esas «partidas maravillosas».
Al filo de las cuatro y media de la tarde, la presidenta aseguraba que lo importante es saber cuáles son los gastos importantes y cuáles son los «supérfluos». Según la presidenta, éstos hay que «suprimirlos» y Gordo ve tras sus palabras más recortes porque «usted gestiona mal y màs caro».
Lo que Gordo no se imaginaba, -ni él ni los otros grupos-, es que la presidenta iba a anunciar nuevos Presupuestos para 2012. Es la primera vez en la historia de la Comunidad de Madrid en la que el Gobierno regional enmienda sus propias cuentas.
El Ejecutivo presentará un anteproyecto de ley de modificacion a la Ley de Presupuestos de 2012. ¿El objetivo? Buscar «entre todos (los grupos políticos)» las partidas de las que se puede recortar para «mantener los gastos esenciales y suprimir los supérfluos». Las partidas esenciales son la Sanidad «universal y gratuita», la Educación en etapas «básicas» y todos aquellos gastos que se decidan entre los diputados, -si es que hay acuerdo-. «No haremos una declaración de tapadillo», señalaba la presidenta. Lo harán en aras de «la transparencia». La única condición es la de cumplir con el 1,5% del PIB marcado como objetivo déficit de las Comunidades Autónomas para este año.
Por la herencia socialista
Como era de esperar, el anuncio de la modificación de los Presupuestos cinco meses después de su aprobación tiene distinta lectura según el grupo político que hable. Lo que está claro es que las cuentas aprobadas el pasado 22 de diciembre no sirven. Hay que hacer más ajustes.
Para el PSM, esta cambio es una «mentira» más. El diputado socialista, Antonio Miguel Carmona, asegura que el Gobierno no dijo la verdad cuando presentó las cifras de déficit de la Comunidad y, un mes después, se supo que no habían cuantificado 1.000 millones de euros. «También mintieron cuando presentaron los datos del gasto público», ha criticado Carmona. Ahora, presentan una modificación de los Presupuestos lo que demuestra que el Gobierno «sólo acierta cuando rectifica». Además, el diputado del PSM sugiere al consejero de Economía que dimita por hacer unas cuentas «con frivolidad».
Gregorio Gordo, portavoz de IU, ve en el cambio de las cuentas una nueva manera de hacer «muchos más recortes» que significan «mucho más desequilibrio». Esto se traduciría en «más desempleo y más pobreza» para los madrileños. Además, ironizaba con el hecho de que la presidenta siempre haga estos anuncios cuando responde a una pregunta de su grupo, por lo que se plantean preguntarle nada porque «terminará» con todos los ciudadanos.
«Es la crónica de un fracaso anunciado», declaraba a los medios Ramón Marco, de UPyD. La formación de Rosa Díez recuerda que hace cinco meses ya avisaron de que estos presupuestos no se podrían cumplir y apuestan por que, esta vez, se aprobarán varias enmiendas de su grupo que se rechazaron en diciembre.
El PSM,IU y UPyD coinciden en que la modificación de las cuentas públicas de la Comunidad de Madrid tiene lugar porque hay algo que se ha hecho mal. Ya apuntamos al inicio de la crónica que ésta es la primera vez que sucede en la historia del Gobierno regional. No obstante, el Grupo Popular discrepa.
Una vez más, echan mano de la herencia socialista para justificar este anuncio. Pedro Muñoz Abrines, portavoz de la Comisión de Economía, culpa al Gobierno de Zapatero de mentir al decir que el déficit era del 6% cuando, finalmente, fue del 8%. Esta desviación, dice el ‘popular’, les obliga a hacer un esfuerzo «mucho mayor» para cumplir con el objetivo del 1,5% impuesto para las Comunidades Autónomas.
Aguirre podría haber optado por adoptar un acuerdo de no disponibilidad en vez de modificar los Presupuestos, pero era «mucho mejor hacer una reflexión profunda» para distinguir entre los gastos que son gastos imprescindibles y esenciales y los que no.