El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ha avisado de que «en los próximos meses» la Seguridad Social podría sufrir «tensiones importantes de liquidez» debido a desajustes en los flujos de tesorería relacionados con las prestaciones contributivas.
Durante su comparecencia ante la Comisión del Pacto de Toledo, Burgos recordó que la Seguridad Social «paga mes a mes», pero no ingresa e incorpora recursos al mismo tiempo.
Asimismo, la voluntad de seguir manteniendo los aplazamientos a la empresas también introduce, ha dicho, «un elemento de cierto desajuste a la hora de establecer un flujo financiero continuado».
En cualquier caso, Burgos ha dejado claro que confundir este desajuste «coyuntural» con una falta de viabilidad de la Seguridad Social, que «no está en riesgo», es «mezclar churras con merinas».
A ello añadió que, esa viabilidad futura dependerá «de lo que se haga en los próximos años» ante los desafíos económicos y demográficos que habrá que hacer frente.
Prestaciones garantizadas
Dicho esto, Burgos quiso dejar claro que el sistema puede «recuperar con cierta facilitad el desgaste de la crisis» y ha asegurado que «con el Fondo de Reserva de la Seguridad Social y con otros si fuera necesario está garantizada la cobertura del nivel de prestaciones actual».
Asimismo, ha asegurado que la situación del sistema permite que en ciclos adversos no se tenga que recurrir a un incremento de cotizaciones o a una rebaja de la cuantía de las prestaciones.
Pese a todo, Burgos insistió en que en 2013 debería culminarse el proceso de separación de fuentes, algo fundamental, más aún dado que las «insuficiencias de financiación en el nivel no contributivo han crecido de forma muy importante en los últimos años».
«Las prestaciones no contributivas se deben financiar con aportaciones del Estado, éste fue el criterio que se estableció antes del 2000 y en 2012 aun hay una parte muy importante de estas prestaciones que se sigue financiando con cotizaciones sociales», añadió.