El objetivo de Mariano Rajoy ya no sólo es reducir el déficit y hacer reformas estructurales, sino también transmitir un mensaje de «tranquilidad, fe y paciencia». Y con esta intención ha acudido este martes al Senado. Primero lo ha hecho ante los senadores de su partido; y a continuación ante la Cámara Alta, en la última sesión de Control al Gobierno antes de las vacaciones de verano. Los últimos embistes que ha sufrido la economía española, con la prima de riesgo por encima de los 500 puntos, el Ibex35 en plena montaña rusa de sobresaltos y la desconfianza de los mercados en su máximo nivel, han hecho al Ejecutivo darse cuenta de que muy probablemente no encontremos consuelo a esta «difícil situación» dentro de nuestras fronteras, sino fuera, y muy especialmente en la Unión Europea.
El Gobierno cada vez tiene más claro que la solución a la crisis española pasa por «más euro» y «más Europa». Así lo dijo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, este viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros; y este martes, en el Cámara Alta, Rajoy ha vuelto a insistir en ello: «España necesita una integración fiscal, con una autoridad fiscal y una integración bancaria, con una unión bancaria», ha sentenciado el presidente del Gobierno. ¿Cómo? Con «eurobonos», emisiones conjuntas de deuda para todos los Estados que componen la Unión Europea y una de las fórmulas planteadas para frenar la escalada del diferencial de deuda, y con un «supervisor bancario», ha explicado Rajoy, que también ha asegurado que ésto es lo que planteará en el próximo Consejo Europeo de junio.
Mayor integración fiscal, bancaria y monetaria, pero con eurobonos
El presidente desvela así su nueva estrategia ante Bruselas: mayor integración fiscal, bancaria y monetaria, pero con eurobonos. Una revelación que probablemente tenga consecuencias en el mapa político que se redibujará a partir de la próxima cita europea. Los eurobonos son una reivindicación nueva en el argumentario gubernamental, y ésto puede pasarle factura en sus relaciones con Angela Merkel, puesto que la alemana se opone radicalmente a ellos. En la última cumbre europea ‘informal’, fue precisamente esta inciativa la que enfrentó al presidente francés, François Hollande, y a la canciller; y muy probablemente también lo sea en la próxima reunión del 28 y 29 de junio.
Hasta el momento, éste había sido uno de los mejores secretos guardados por el Ejecutivo, que había hablado de ellos como una opción, pero a largo plazo. Rajoy no había querido pronunciarse públicamente para evitar conflictos; pero este martes, la presión ejercida por el PSOE en el Senado para que desvelara su estrategia ante la crisis, no le ha dejado más margen de maniobra. Debía defenderse de los ataques de Marcelino Iglesias, portavoz socialista en el Senado, y aportar recetas que no hubiera puesto en marcha ya. Los eurobonos, sin duda alguna, son una de ellas, puesto que tal y como ha reconocido el presidente lo urgente en este momento es resolver «el problema de financiación, liquidez y sostenibilidad de la deuda».
«Estamos peor que antes»
Si en algo han coincidido Gobierno y oposición este martes es en que «la economía española no está bien». Aunque con matices. Según Iglesias, cuando el PP llegó al poder la situación no era buena. «Eso es verdad», ha reconocido el socialista, «aunque ahora ustedes nos han colocado en una situación de emergencia permanente», ha rematado. Tal y como ha recordado el socialista, cuando Rajoy ganó las elecciones prometió que calmaría a los mercados, volvería a colocar a España en la senda del crecimiento y generaría «empleos para todos». Sin embargo, y según ha atacado Iglesias, varios meses después de estas promesas «todos los parómetros han empeorado notoriamente». Es más, «las cosas que estaban mal han ido a peor; y las que iban bien han empeorado vertiginosamente», ha criticado la oposición, que incluso ha hablado de «gran decepción» entre los «millones de votantes» que confiaron en el PP en las pasadas elecciones generales.
Las cosas que estaban mal han ido a peor; y las que iban bien han empeorado vertiginosamente
Iglesias ha sacado además a colación las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, asegurando que la intervención de Bankia se ha hecho «de la peor manera posible». «Y hasta el señor Rato se les queja amargamente y eso que hasta ayer era la referencia más sólida de la economía en el PP», ha enfatizado. Además, ha preguntado al presidente del Gobierno si le parece «adecuado» que España tenga todo el dinero para los bancos y luego se recorte en educación, sanidad o investigación. «No somos partidarios de la demolición del Estado del Bienestar», ha avisado, al tiempo que ha dicho que su partido está dispuesto a llegar a acuerdos con el Gobierno y a practicar una «oposición útil», acudiendo con un mismo discurso a la Unión Europea.
Un acuerdo que sigue sin convencer al líder del Ejecutivo, que ha vuelto a recriminar a los socialistas su falta de auténtico interés al respecto. «Si quieren acuerdos empiecen por apoyar alguna de las reformas, porque si no no tienen credibilidad», les ha espetado, no sin antes recalcar lo mala oposición que están siendo. «Tienen razón, no es fácil la labor de la oposición, por eso lo están haciendo tan mal», ha dicho textualmente el presidente, que ha aprovechado la intervención de este martes para volver a insistir sobre la necesidad de seguir haciendo reformas, y de que éstas van a producir «frutos en el futuro».
Elsa S. Vejo