El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, subrayó hoy que la recapitalización directa al sector bancario que han apoyado los líderes europeos y que pide España, no se producirá hasta que haya un sistema de supervisión centralizado.
«Para la recapitalización directa habrá que esperar a la supervisión unificada», recalcó Barroso un una rueda de prensa al término del Consejo Europeo de dos días en Bruselas.
El responsable comunitario señaló, no obstante, que lo que sí será «extremadamente importante en términos del mercado e inversores» es que el préstamo europeo a España para sanear su sector bancario no vaya a contar como deuda preferente. Recordó que la ayuda se concederá al Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) primero a través del Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF) y después mediante el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), una vez entre en vigor, pero mantendrá en todo momento mantendrá el mismo carácter de deuda no preferente.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, por su parte, incidió en que «no hay nada gratis» y que la condicionalidad cuando se apoya a un país europeo es «absolutamente clave».
Van Rompuy aseguró que las decisiones de este Consejo Europeo son equilibradas y garantizan que «responsabilidad y solidaridad» van de la mano.
«Tenemos una misión común: estabilizar la zona del euro», afirmó Van Rompuy, y añadió que para hacerlo «tenemos que apoyar de alguna manera a los países que soportan presión de los mercados, pero esos países también tienen que cumplir». «Cuando reciben apoyo es siempre con condiciones, incluso con condiciones estrictas», agregó.
En este contexto, recordó que una misión de expertos internacionales se encuentra en estos momentos en Madrid para supervisar la situación del sector bancario español y pidió esperar a que se conozcan los resultados