Mismo escenario que hace apenas unos meses, antes de la petición del primer rescate bancario: acusaciones bruscas y desvío de responsabilidades. Ningún atisbo de cautela, prudencia ni moderación. La dureza de los discursos retoma el Congreso. A pesar de la quebradiza situación económica que atraviesa el país, la “herencia recibida” y el “despilfarro socialista” vuelven a ser el emblema del Gobierno para justificar sus políticas, frente a las acusaciones de “mala gestión económica” e “improvisación” que denuncia el PSOE.
Mientras el acecho de un segundo rescate arrollador amenaza nuestro país y el abuso de los mercados financieros no cesa, en la Sesión de Control al Gobierno de este miércoles, el debate ha sido de nuevo otro.
Parece que nos encontramos ante un eterno estancamiento en el que no hay rastro de aclaraciones ni debate sobre el futuro económico. Ni siquiera explicaciones sobre la posible fractura del Estado del bienestar.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha comenzado su turno con una pregunta escueta y directa: “Señor Presidente, ¿tiene usted un plan para España?”. Fórmula irónica que recoge la teoría de los socialistas que consiste en que creen que el Ejecutivo “no sabe hacia donde va”. Pero Mariano Rajoy no ha querido complicarse y su respuesta ha sido la habitual: “nuestro plan es fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo” y sin salirse del guión ha enumerado sus “instrumentos” para lograrlo: “reducción del déficit, reformas estructurales y reestructuración del sistema financiero”.
Pregunta y respuesta vacía teniendo en cuenta la gravedad a la que nos vamos a enfrentar, según ha advertido el presidente del BCE. El mensaje de Mario Draghi ha sido claro: las condiciones van a ser extremadamente duras.
Aviso que retumba con fuerza en las calles y que provoca el temor de los ciudadanos pero que ha pasado desapercibido en la Cámara Baja, la institución democrática por excelencia que representa al conjunto de la sociedad.
La Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, se ha resistido a esclarecer las consecuencias que puede generar la petición del segundo rescate y se ha limitado a explicar que primero es necesario “analizar muy bien” los términos “sin demagogias”. Sin embargo, Soraya Rodríguez, portavoz socialista en el Congreso, ha acusado al Ejecutivo de mantener conversaciones en la Eurozona sobre el rescate y evitar la Cámara para ofrecer explicaciones y exponer “verdades”.
Tanto Gobierno como oposición han preferido enfrentarse sin sacar nada en claro y entretanto una duda trascendental preocupa a la ciudadanía: “¿se tocarán las pensiones?”. Aún así, la determinación parece inminente y aunque el sigilo del Gobierno persiste, Saénz de Santamaría lo ha anunciado sin querer, o no. Refiriéndose al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la Vicepresidenta ha recordado que fueron los socialistas “los únicos que recortaron las pensiones”. Una vez más, balones fuera, pero teniendo en cuenta la ambigüedad que caracteriza al Gobierno puede significar una advertencia.
Marina García-Rico